Nueve horas dan para conocer una ciudad si uno se pone manos
a la obra; pero si encima te ofrecen un recorrido turístico
completo a bordo de un autobús, que para en los lugares más
bellos, más emblemáticos, y más conocidos, con explicación y
contexto incluido, el plan sale redondo.
Eso es lo que debieron pensar los turistas que desembarcaron
del Seabourn Pride durante nueve horas y que, en un vehículo
habilitado por la Viceconsejería de Turismo de la Ciudad
Autónoma, subieron a la fortaleza del Monte Hacho,
recorrieron parte de las Murallas Reales y disfrutaron de
una de las mejores vistas de la ciudad desde el Mirador de
Isabel II. El crucero de bandera noruega llegó ayer al
Muelle de España sobre las ocho de la mañana y se marchó a
media tarde. No es la primera vez que el buque atraca en el
puerto ceutí; a lo largo de los últimos cinco años ha
visitado la ciudad en varias ocasiones. Consignado por
Marítima del Estrecho S.A., el Seabourn Pride procedía de
Málaga y ayer, a las cinco y media, salió con rumbo a la
isla mallorquina de Mahón.
Aprovechar el día
El pasaje, británico y estadounidense en su mayoría, bajó
del buque dispuesto a sacarle partido al día; gracias al
trabajo de los responsables de la Ciudad Autónoma su
objetivo quedó cumplido. Joaquín Fernández, responsable del
área de cruceros de Turismo, indica que la Viceconsejería
“hace todo lo que puede y más” por mantener y preservar el
nivel cualitativo del turismo ceutí; de ahí la oferta de la
ruta turística municipal. A pesar de que sólo permanecieron
unas horas en la ciudad, Turismo apuesta por ofrecer
servicios a todos los visitantes; quién sabe si alguno de
ellos puede repetir.
Por otro lado, visitantes de la Península pasan unos días de
descanso en esta otra pequeña peñíscola española,
contemplando los pasos de la Semana Santa o tumbados en las
playas de la ciudad. La oficina de Turismo ha registrado
multitud de consultas y ha repartido planos e información a
quien lo ha solicitado.
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