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La exitosa trayectoria del ceutí
Salvador de la Encina podría estar a punto de alcanzar su
mayor nivel si se confirma lo que ya es mucho más que un
firme rumor. La reciente llegada de Rubalcaba a la jefatura
del Ministerio del Interior puede llevar consigo algunos
cambios relevantes en el organigrama de mando operativo. En
este sentido, el actual director general de la Guardia
Civil, Gómez Arruche, pudiera tener sus días contados con la
llegada del nuevo ministro. El nombre de Salvador de la
Encina es una de las prioridades del propio Rubalcaba para
hacerse cargo de la Benemérita. Algo que puede ser una
realidad en esta misma semana.
De la Encina, abogado laboralista, profesor en la
Universidad de Cádiz, en la actualidad realizando el
doctorado con la tesina sobre la paridad electoral, diputado
del PSOE electo por la circunscripción de Cádiz, es portavoz
de Infraestructuras en el Congreso y forma parte de varias
comisiones entre las que destaca la de Presupuestos.
Con una amplísima trayectoria sindical y política entre la
UGT y el Partido Socialista, el ceutí nunca ha rehuido
abanderar -desde sus destacadas posiciones- mejoras para
Ceuta.
De hecho, de las nada menos que dos mil propuestas
presentadas en esta legislatura en el congreso, doscientas
hacen referencia a la Ciudad Autónoma, lo que le imprime y
le configura por hechos, como unos de los más destacados
benefactores de Ceuta.
La seriedad de De la Encina le puede llevar a sentarse en el
sillón desde donde se manejan los hilos de toda una
institución como lo es la Guardia Civil, en unos históricos
momentos para el país por la esperanza de un final feliz en
el proceso de paz tras el alto el fuego permanente anunciado
por ETA a finales de marzo.
Socialista convencido y ceutí ejerciente, Salvador de la
Encina a sus cuarenta y ocho años es un firme candidato a la
Dirección General de la Guardia Civil, lo que es un motivo
más de orgullo para la ciudad por el hecho de la relevancia
que significa dirigir una institución nacional como lo es la
Benemérita. De ser finalmente así, por la dedicación y
trayectoria personal del político, auguramos mejores
momentos para el Instituto armado en general y, por qué no
pensarlo, para la Comandancia de Ceuta en particular.
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OPINIÓN / EDITORIAL
