La Ciudad había acometido, hace apenas un año, en la zona
del desprendimiento una obra con el concurso de
Administraciones Públicas que consistió en la ampliación del
acerado, la renovación del saneamiento y los servicios
canalizados, del alumbrado y la habilitación de miradores,
uno de los cuales, precisamente, se desprendió ayer. Tras
una valoración de los daños y constatar que no había que
lamentar ninguna desgracia, la consejera de Fomento, Elena
Sánchez, garantizó el funcionamiento, tanto del alumbrado
público, que fue reconectado mediante un ‘bypass’, como del
abastecimiento de agua, que no se resintió, ya que la
tubería estaba en desuso.
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