El paso avanzaba lento por el callejón Sousa Rodríguez
pasadas las seis de la tarde. Acababa de salir por un
lateral de la iglesia de San José. Cientos de vecinos
esperaban agolpados en las aceras y ventanas para contemplar
el tradicional encuentro entre el Cristo de la Encrucijada y
la Virgen de las Lágrimas en la barriada de Hadú. Los
turistas y los niños se preguntaban por los capuchones y los
setenta pares de pies que se adivinaban debajo de las
imágenes, que recorrían la barriada al ritmo de tambores y
cornetas.
Los de vecinos del barrio de Hadú y ceutíes en general
esperaban desde las cinco de la tarde para ‘coger’ un buen
sitio y ver de cerca las dos imágenes. Y escuchar el pregón,
que en esta edición corrió a cargo del hermano Francisco
Ramos, que realizó un discurso emotivo y cargado de
recuerdos propios y ajenos. Ramos hizo un recorrido por los
más de cincuenta años de salidas procesionales de la
Cofradía del Santísimo Cristo de la Encrucijada y María
Santísima de Las Lágrimas; por las dificultades de los
comienzos; y por las satisfacciones posteriores. Finalizó el
pregón con el grito “al cielo con ellos” que fue respondido
por los costaleros con un alzamiento simultáneo. Aplausos y
gritos de “guapa” para la Virgen, cerraron el encuentro.
La imagen del crucificado, después de despedirse de la
barriada, siguió camino hacia la carrera oficial, escoltado
por miembros de la Benemérita; no en vano el Cristo de la
Encrucijada es el “Cristo de la Guardia Civil”, según apuntó
Francisco Ramos.
El Cristo de la Encrucijada es la única imagen de la Semana
Santa tallada en Ceuta, a mediados del siglo pasado. Lo
hicieron las manos del escultor catalán Modesto Gené Roig,
que también esculpieron a la Virgen de las Lágrimas, aunque
esta imagen se realizó en Reus, ciudad natal de Gené. El
origen de la cofradía reside en un incidente protagonizado
por el padre Huelin que, después de organizar el Vía Crucis,
instó a los vecinos a pisar la talla del Cristo; estos
salieron a la calle y se postraron arrepentidos. Francisco
Ramos recordó ayer este momento en su pregón, como punto de
partida de la cofradía.
Se dejaron ver en la procesión el presidente ceutí, Juan
Jesús Vivas; Luis Gómez Hortigüela, comandante general de la
Ciudad Autónoma; y el consejero de Gobernación, Juan Antonio
Rodríguez Ferrón.
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