Diez días, sólo han transcurrido
diez días para que la Brigada de Policía Judicial de la
Jefatura Superior de Policía resuelva, con contundentes
pruebas que respaldan sus acusaciones, el crimen de la
barriada de Príncipe Alfonso, en el que Mustafa Mohamed
perdió la vida de un disparo a manos de un menor.
Dos detenidos, un menor de quince años, como informamos en
su momento, como autor materialmente responsable del disparo
contra el vecino y activista de IU, y otro adulto, de 21
años, A.L.A, apodado ‘Manolo’ por ser el proveedor del arma
que resultó homicida. Un proveedor que además guardaba
varias armas de fuego, a cuál más maligna y que gracias a la
colaboración vecinal pudo ser descubierto el mortífero mini
arsenal.
Con dos detenidos tras la muerte de Mustafa y cuatro armas
requisadas, la Policía Nacional, en un excelente trabajo
caracterizado por la rapidez en el esclarecimiento de los
hechos, puede decir que el caso del crimen del Príncipe
puede estar cerrado, aunque sabemos a ciencia cierta que los
miembros de la Policía Judicial, con todas sus brigadas
siguen expectantes y trabajando sobre el terreno como para
eliminar de manera radical cualquier atisbo de armas de
fuego ilegal que se deje ver o no, entre los ‘matones’ del
barrio.
Con la fuerza que otorga la presencia policial y su
respuesta ante casos como el sucedido recientemente, la
sociedad civil debe empujar desde su parte como para que
‘matones’, delincuentes, ‘narcos’ abandonen conductas
amenazantes contra los propios habitantes del Príncipe. Los
vecinos deben saber que la Policía les protege y sólo así se
superará el miedo que a veces -en la mayoría de ocasiones-
se sobreviene ante sucesos como el ocurrido. Sólo el ejemplo
de que las manchas de sangre del malogrado Mustafa sobre el
asfalto fue inmediatamente limpiada con agua y lejía por
algunos vecinos, determina que no todos está por la labor de
ayudar. Poco a poco deberán ser los menos. ‘El Pueblo’ está
al lado de las gentes de bien.
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