PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MIÉRCOLES, 12 DE ABRIL DE 2006

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Operación salida
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

En los lejanos tiempos de mi juventud, divino tesoro, cantaban los Mismos una originalísima canción cuya letra no correrá jamás el riesgo de aparecer entre “Los Cien Mejores Poemas de la Lengua Española” decía la copla “Tengo miedo al avión, también tengo miedo al barco. Por eso quiero saber lo que hay que hacer pa cruzar el charco”. Mis sentimientos son idénticos, el barco me agobia y el helicóptero me aterra. ¿Qué si yo soy votante de los peperos tengo que estar especializada en escoñarme en helicóptero y salir indemne atusándome el bigote?. Vaya, tienen razón, pero también yerran, porque yo no soy Mariano Rajoy ni la gurrumina Esperanza Aguirre, de Rajoy me diferencia el que yo me depilo el bigote, aunque es bien sabido que “Las mujeres con bigote traen a los hombres a trote” puede ser, pero los complejos son los complejos y yo guardaba mentalmente la acepción de “A la mujer bigotuda de lejos se la saluda” y prefiero los avances de los depilatorios a parecer una lesbianorra del barrio de Chueca, reducto homosexual del centro de Madrid.

Si yo me espamploneo en un helicóptero, estén o no las cámaras de televisión filmando el evento, lejos de mantener a toda costa la dignidad y masajearme el pescuezo para bajarme los testículos, tengo que recibir los santos oleos porque muero del terror, en esas circunstancias me confieso incapaz de mantener la imagen. Como buena ciberderechadicta voto al PP, pero estoy muy lejana de su helado buen tono, soy más de la España Cañí y populachera, para que les voy a engañar, soy de barrio y en el Palo de Málaga puede más la adrenalina que la flema inglesa. Aquí somos muy poco británicos.

Pero de lo que se trata es de que, como cada año, existe el machaque televisivo de la Operación Salida que es como un Paso del Estrecho pero en fino y sanguinario.¡Y vengan accidentes mortales!.

Acabo de hacer un ida y vuelta a los madriles por carretera y puedo constatar de que allí se ha desencadenado una especie de furia desertora. Miles de vehículos saliendo de la ciudad, los destinos favoritos son el Levante, algo que siempre me ha extrañado porque hay que ser fanático para apostar por una costa que es puro ladrillo con cemento y Andalucía, que está más virgen porque, el gobierno de Chaves, de cuando en cuando, vuela un hotel mal emplazado y aguanta como puede que, los feroces promotores no construyan viviendas megalíticas y los ladrillos acaben absorbiendo el mar.¡Lastima de costas españolas!. Operación salida y mensajes aterradores en los paneles de las carreteras anunciando los muertos del año anterior por las mismas fechas. Cierto es que la principal causa de siniestralidad en España es la carretera seguida por los asesinatos domésticos, aunque ocupan casi idéntico espacio en los telediarios. La violencia doméstica para condenar y los coches en las cunetas convertidos en amasijos de hierro y de sangre para acojonar.

Ahora que yo no lo comprendo, será porque soy una cateta rifeña, pero no comprendo los severos límites de velocidad en una era donde, los coches, tienen cada vez motores más potentes e invitan a revolucionar y machacar cada uno de sus caballos de potencia. Si yo fuera gobernanta, lo que no es el caso ni lo será, limitaría en primer lugar y por Decreto Ley la potencia de los motores para evitar malos rollos y tentaciones y pondría taquímetros en cada vehículo, para controlar y que al corredor y al de las prisillas se les cayera el pelo. Porque correr se corre. Y mucho. Y además como son tan burdos, cuando hay un control de velocidad lo anuncian en grande en los paneles y claro, el infractor reduce hasta que pasa el control y luego vuelve con las correndijas. A mi me da susto correr y me da mas susto el helicóptero. Se me representa Rajoy bajando tan serio y circunspecto y a Esperanza Aguirre a quien no se le descolocó ni un pelo por efecto de la laca, ambos bajando de la nave siniestrada para hacer declaraciones a las cámaras, sin alterarse, muy en su papel. Oigan ¡Que lejanos! A mi me hubiera gustado ver al pepero emerger del helicóptero como un gato rabiando y a la Aguirre abalanzarse hacia el piloto para sacarle los ojos, algo natural una reacción normal, como somos todos, que no somos esculturas de hielo sino que latimos, sentimos y nos acojonamos. Los supermanes están bien, supongo, guardan las formas, pero son lejanos, están lejos y aparecen en años luz del ser y estar del pueblo llano.

En fin ya saben que tengo miedo al avión, léase helicóptero y también tengo miedo al barco así que para cruzar el charco supongo que utilizaré un ultraligero, siempre que lo pilote alguien del PP, porque así hay garantías de que, en caso de accidente, todo será comedido, elegante y muy chic. Todo menos yo que pondré la nota racial y vocinglera. Aunque ante esa disyuntiva prefiero, ante la Operación Salida, abstenerme y quedarme en el Palo.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto