Enano, te invito a desayunar.
- Con una condición, jefe, que no trate de llevarme al
huerto y nos dediquemos a hablar de política porque
servidor, los otros días, se lo quiso dejar claro que he
venido, exclusivamente, a ver la Semana Santa y no quiero
saber más nada de nada.
Si, usted, acepta esa condición ahora mismo nos vamos a
desayunar y a hablar de la Semana Santa de Ceuta que es lo
único que me interesa. Que no le conviene, pues cada uno por
su lado y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga.
¿De acuerdo, jefe?.
- Me estás decepcionando más que Alfonso Guerra con el
asunto del Estatut de Cataluña. Por conocerlo creía que
tenía que el ex - presidente era un hombre que defendía sus
ideas hasta las últimas consecuencias pero, después, de leer
sus declaraciones, sobre el asunto, lo tengo que decir, no
es lo que me esperaba de Alfonso Guerra.
El pasado lunes, Guerra, reconoció su equivocación al
advertir de que lo que pasa en España “se parece a la
disolución de la URSS”.Ya saben la mamá Rusia, ese paraíso
maravilloso que cuando cayó el telón de acero resulta que,
en el maravilloso paraíso, sólo había una dictadura de aquí
te quiero ver, hambre y miseria.
Guerra afirmó que “los dirigentes comunistas se envolvieron
en las banderas de las repúblicas para seguir manteniendo el
poder”. Oiga, amigo guardia si, Alfonso Guerra, lo dice,
pues dicho queda y que cada quisqui lo interprete como le
venga en ganas, aunque sólo hay una única interpretación.
Vamos, digo yo.
Lo más lógico es que si, Alfonso Guerra, no estába de
acuerdo con el Estatut, él y su grupo hubiésen votado no al
mismo aunque, con ello, rompiesen la disciplina de partido
que, por otro lado, eso de las disciplina es un rollo
macabeo.
Cada uno debe votar lo que su conciencia le dicte y no lo
que su partido le diga lo que tiene que votar. Ahí está el
caso de Celia Villalobos que votó en conciencia dejando su
papeleta en blanco. Con lo cual no iba contra su partido,
pero tampoco a favor del mismo en lo que se votaba.
De ser diputado, cosa que nunca seré, ese sería el problema
al que se debería enfrentar mi partido, a la hora de
realizar las votaciones. Porque, lo puedo asegurar, si lo
que se va a votar va contra los dictados de mi conciencia o
en contra de los intereses de mi ciudad, seguro que votaba
NO.
Las cosas hay que dejarlas claras desde el primer momento,
para que no haya equívocos. Eso de sentarme en el hemiciclo,
pendiente de que me digan para que lado tengo que mover la
llavecita, a la derecha o a la izquierda, iba a ser mi gran
problema porque por lo dicho, anteriormente, la movería
hacia lo que fuese más beneficioso para mi tierra o según
los dictados de mi conciencia.
Lo que no haría nunca, es que una vez votado contra lo que
me dicta mi conciencia, salir diciendo que lo que he votado
no es lo que yo quiero y deseo. Eso es, sencilla y
llanamente, una muestra de cinismo que no va conmigo.
- Jefe, pare y no siga porque quiero decirle adiós y dejarlo
con sus pensamientos y sus ideas sobre el asunto de Alfonso
Guerra y lo que, usted, haría.
Lo que, usted, haría lo tengo de una claridad meridiana. Sin
dudarlo llevaría a cabo todo cuanto está diciendo, con lo
cual, que duda cabe, le crearía un gran problema a su
partido. Por eso no me extraña nada, que no le lleven en
ningún partido, donde todos tienen que decir “si bwana”, a
las propuestas que haga el jefe del partido.
De todas formas, jefe, como le he explicado, desde le primer
día, ese no es mi problema, que mi problema es venir a pasar
unos días a mi tierra para ver su Semana Santa. Lo mejor que
puedo hacer es dejarlo que desayune usted solito, mientras
el menda, se larga con viento fresco a desayunar por su
cuenta.
- Un momento, enano, perdona esa insistencia sobre los
asuntos de la política, pero es que hay que estar a la
actualidad. No puedo, en ningún momento, apartarme de esa
actualidad que me permite escribir cada día. Debes de
comprenderlo tanto como yo comprendo la postura adoptada por
Bono, diga lo que quiera decir el ex -ministro del Ejercito,
que sobre él no ha tenido peso alguno el Estatut de Cataluña
a la hora de presentar su dimisión.
Bono a actuado en conciencia. Sin ir más lejos, el pasado
quince de marzo dijo: “Me incomoda que en España quepan
varias naciones y varios himnos nacionales”. Pero, claro, no
todo el mundo en su partido piensa de esa forma.
A pesar de lo que algunos puedan opinar, que cada quisqui
puede opinar lo que le vega en ganas, Bono ha mostrado su
lealtad al presidente del Gobierno y a su partido,
marchándose con elegancia, y si las cosas van bien o mal
nadie podrá pedirle responsabilidades.
Enano, dicho esto ya podemos empezar a hablar de lo que tu
deseas, que es la Semana Santa de nuestra tierra.
¿Enano, dónde te has metido?. Me ha dejado sólo.
|