Unas decenas de inmigrantes se esconden en los montes de
Beliones, zona fronteriza entre Marruecos y Ceuta. La
presencia de personas que esperan cruzar hacia España es
escasa, casi mínima, si se compara con la que existía hace
seis meses, momento en el que alrededor de 200 inmigrantes
de origen subsahariano saltaron la valla alcanzando la
Ciudad Autónoma. La razón para el abandono de la zona
reside, según los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado,
en el aumento de la vigilancia por parte de España y
Marruecos.
Muchos de los subsaharianos habrían decidido probar suerte
vía Mauritania, un camino que les lleva a las Islas Canarias
si los endebles ‘kayucos’ son capaces de navegar los cientos
de millas que separan el país magrebí del archipiélago. Otro
grupo de inmigrantes podría haber viajado hasta Casablanca o
Rabat, para encontrar nuevas vías de llegada a Europa. De
todas formas, las autoridades destacan la calma que vive el
perímetro fronterizo de la Ciudad Autónoma.
Siete millones por Ceuta
Por otro lado, alrededor de siete millones de personas
transitaron por la frontera que separa Ceuta de Marruecos
durante 2005, marroquíes la mayoría, que acceden a diario a
la ciudad para trabajar (servicio doméstico, construcción,
etcétera...) o bien para efectuar compras en las naves
industriales del polígono del Tarajal principalmente, y que
usan además el paso comercial del Biutz como vía de entrada
y salida en la ciudad. Según datos de la Policía Nacional,
que custodia la seguridad fronteriza, la del Tarajal
continúa siendo una de las fronteras más transitadas de la
Unión Europea.
El pasado año un total de 6.060.895 marroquíes entraron en
la Ciudad Autónoma mientras que otros 5.996.989 marroquíes
salieron de Ceuta en dirección a Marruecos.
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