Álvaro Cuesta, informa en un reportaje dominical el diario
‘El País’, parlamentario socialista y miembro de la Comisión
de Seguimiento del Pacto Antitransfuguismo admite que el
caso de la tránsfuga ceutí, Susana Bermúdez “sirvió de
enseñanza a la Comisión, que introdujo medidas disuasorias
para desincentivar estas prácticas”. A partir de 2003 el que
traicionara a un partido quedaba en una especie de limbo
político. Y eso tiene un significado económico. El no
adscrito sólo cobra dietas de asistencia a plenos y a
comisiones.
El rotativo nacional, en un balance del transfuguismo,
recuerda en su edición de ayer la traición -aun recordada
por los socialistas ceutíes- de la Bermúdez al incorporarse
al gobierno del GIL. El diario informa que tras cumplir 37
años, Susana Bermúdez vive en Zaragoza y un jurado popular
la liberó de culpas por un presunto delito de cohecho.
Viaje a Disney
Aquel verano del 99 fue de días “febriles” que Teo García,
actual asesor del delegado del Gobierno recuerda con
amargura. “Ella se fue a Disneylandia y se presentó después
en el Pleno acompañada de Jesús Gil”. El GIL, rememora ‘El
País’, gobernó 17 meses hasta que otra tránsfuga, Aida
Piedra, devolvió el poder al PP.
“Los socialistas no han superado todavía el impacto de ver a
Bermúdez y a su padre del brazo del fallecido Jesús Gil. Y
Toñi Palomo, que tomó las riendas del PSOE local después de
la catástrofe, sabe lo duro que fue aquel golpe para la
formación. Casi siete años después sólo dos de los 25
diputados que integran la Asamblea autonómica, son
socialistas”, indica textualmente el rotativo. En este
sentido, Palomo aseveró “es que Bermúdez fue tránsfuga dos
veces. Primero votó al GIL; luego apoyó al PP, que sacó
ventaja de la situación y ahora gobierna con una mayoría
histórica de 19 escaños”. La portavoz del actual gobierno de
Ceuta, Elena Sánchez recuerda que el voto de Bermúdez no fue
determinante en aquella segunda moción de censura. “El GIL
era un partido aventurero que llegó prometiendo cosas
absurdas. Tenían el proyecto de abrir unos canales y
convertir a Ceuta en una especie de Venecia”, señaló.
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