Escribí el sábado -para ser leído el domingo- de cómo la
prensa de Madrid había influido en el estancamiento que se
ha producido en el juego de Guti. Y explicaba las razones
por las cuales muchos periodistas son culpables de que el
jugador haya dejado de crecer deportivamente. Frente a la
Real Sociedad, fui testigo, una vez más, de que los
cronistas le siguen sobrevalorando acciones normales y no
terminan de denunciar sus grandes carencias en la zona donde
viene desenvolviéndose. Con semejante actitud, el daño que
le están haciendo a Guti es incalculable. Pues bien, día
llegará también, en que un entrenador valore la capacidad de
Casillas en su justa medida. Y entonces habrá un escándalo
nacional jamás visto. En Barcelona, dos intervenciones
acertadas sirvieron para que los medios volvieran a decir
enormes sandeces sobre su actuación. Frente al equipo
donostiarra volvió Casillas a hacer una de las suyas; es
decir, meter dentro de la portería un balón que iba hacia
afuera. Y dicen a coro los periodistas que el que falle Iker
es noticia por ser anormal. Incluso le adjudican una parada
magistral a un cabezazo de Mark González: mentira pura y
dura. La selección hubo de jugar una repesca para estar en
el Mundial, por obra y gracia del niño mimado del fútbol
español. Y el Madrid tiembla ante la posibilidad de no jugar
la próxima Liga de Campeones. Por lo mismo.
|