La llamada del metijón es para
decirme que me enchufe a la televisión porque el presidente
del Gobierno está a punto de comparecer ante los medios. Y
me pone al tanto de que volverá a llamarme en cuanto
finalice la conferencia de prensa de ZP. Dicho y
hecho.
-¿Te han sorprendidos los cambios que se han producido en el
Gobierno?
-No. Puesto que desde el mes de marzo se venía hablando de
que Miguel Ángel Moratinos dejaría de formar parte
del Gobierno.
-Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores sigue y el
que se marcha es José Bono. ¿Te lo esperabas?
-Entraba dentro de lo posible. Una vez que se ha aprobado el
Estatuto de Cataluña, me parece que el ministro de Defensa
no estaba dispuesto a seguir soportando las críticas que se
le venían haciendo porque estando disconforme con el
Estatuto, tenía que mostrarse con hipocresía y trágalas.
-¿Qué puedes decirme en relación con Alfredo Pérez
Rubalcaba?
-Que es la persona más indicada para ponerse al frente del
ministerio de Interior. Una vez que José Antonio Alonso
ha sustituido a José Bono.
-¿Por qué?
-Porque ha llevado las negociaciones del Estatuto y, sobre
todo, porque está muy implicado en las conversaciones con
ETA. Y, desde luego, está demostrado que conoce más de lo
que dice en lo tocante al 11-M.
-¿Crees tú que será un buen ministro de Interior?
-Hombre, fama de inteligente se ha ganado a pulso. Y si
encima es tan mefistofélico como piensa Nicolás Fernández
Cucurull, el cargo le cae mejor que los trajes a
George Clooney. Que ya es decir.
-Lo de María José Sansegundo estaba cantado, ¿no?
-Sí; ya que en esta vida no sólo hace falta trabajar bien,
sino que además la gente te lo reconozca. Y esta señora, no
sé la causa, carecía de ese tirón popular que tanto
necesitan las personas que participan en la política activa.
-No obstante, Carme Chacón, que parecía ser la
elegida para relevar a la señora Sansegundo, se ha quedado
otra vez compuesta y sin ministerio.
-Cierto. Pero es joven y tendrá su oportunidad si acaso los
socialistas consiguen repetir triunfo en las urnas.
-A propósito, Manolo, y metidos ya en cháchara sobre
los cambios que se han producido en el Gobierno de España,
qué puedes decirme de ese sujeto que anda dorándole la
píldora a Juan Vivas para conseguir meter la cabeza
en las próximas listas del PP y convertirse en diputado por
la cara.
-Que lo está haciendo muy mal. Porque al sujeto se le está
viendo el plumero. Lo único que le falta ya es aprovechar
cualquier acto del partido y subirse al estrado para recoger
los aplausos junto a Vivas y Gordillo.
-¡Qué tío!... A la vejez, viruela. Me dan unas ganas enormes
de airear su nombre. ¡Qué ya está bien de chupar de todas
las ubres posibles y luego tirarse el pegote de la humildad
y de parecer que ha hecho voto de pobreza.
-Calma, metijón, calma. De lo contrario, estoy viendo que
eres capaz de ponerme en un aprieto. Y luego, si alguien se
da por aludido, soy yo y no tú quien debe poner los puntos
sobre las íes. Tengamos la fiesta en paz.
-Vaya, hombre, últimamente parece que todo lo que yo digo
sólo te merece motivos de censura. Si no fuera porque te
tengo ley...
-Me parece, metijón, que no llevas razón al hablarme de esa
manera. O es que no te das cuenta de que es mejor apuntar
que disparar. ¿O crees tú que los dirigentes del PP no
saben, a ciencia cierta, a quién te estás refiriendo?
-Una vez más, Manolo, terminas convenciéndome
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