PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES 7 DE ABRIL DE 2006

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Del tabaco y la frivolidad
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

¿Ustedes son fumadores? Yo lo soy. Mayormente porque me sale de esa parte de la anatomía que, según las patiperras “Se lava y se estrena” y porque los pamplinas melindrosos del Gobierno, comenzando por la peliteñida Ministra de Sanidad no son quienes para ejercer un “ordeno y mando” sobre mis pulmones.

Eso si, cuando se ejerzan idénticas medidas restrictivas sobre el alcohol que sobre el tabaco, puede que me plantee fumar un poco menos. Porque el alcohol se las trae, se lo digo como abogado con veintiséis años de fatiguitas a mis espaldas, que nunca he visto a un individuo y como consecuencia de fumarse un Chester, llegar enloquecido a su casa y apalear a su propia y a la prole. El alcohólico puede llegar a ser un peligro social, el fumador no.

Pero las cursilerias de los bienpensantes profesionales van encaminadas a restringir el tabaco y gastarse dinero en las campañas de eufemismos y mensajes tremendistas, cuando esos dineros los podían emplear en subir los sueldos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que cobran mierdosos estipendios y míseros salarios por estar en primera línea y jugarse los cojones para protegernos. ¿Qué dicen ustedes? ¿Qué quieren para la policía, la Guardia Civil y la policía local los sueldos de los eurodiputados? No fantaseen y además los eurodiputados tienen muchísimo mérito porque participan en aburridas comisiones, hacen lo que sus jefes les ordenan y votan muy formalitos y obedientes, poniendo además en riesgo su salud con la repugnante comida belga de los almuerzos de trabajo. Nos cuestan millones a los ciudadanos ¿Qué prefieren que se acabe ese chollo, que los eurodiputados ganen el sueldo de un funcionario medio y las FOP ganen lo justo? ¡Por favor! Estamos en la frívola España del chollo y el pelotazo, de los privilegios y el mamonéo y atentar contra los privilegios es atentar contra el Estado de Derecho. ¿Qué una mierda para mi? Vale. La acepto. Pa mi casa hasta las piedras.

Pero voy a lo mío, que es el tabaco, ese winstoncillo que aspiro con deleite, suave y perfumado, la rasposidad olorosa del chester, la dulzura del marlboro, eso si, yo fumo con orden y sin filtro, porque tengo un alma muy legionaria y soy muy novia de la muerte y porque me sale de mi ingle moruna. Eso es. Pero hay medios y remedios para dejar de fumar, te ayudan en la Seguridad Social, hay carísimos parches de nicotina en botica y la exquisita revista Vogue de este mes, ofrece en directo las vivencias de una de sus elegantes redactoras para perder los ocho kilos que, la periodista, ganó por dejar de fumar y que le impedían meterse en un lujoso vestido de la última colección de Miu-Miu.

Por supuesto que he hecho mío los consejos, claros y sencillos, al alcance de todas las que somos y nos sentimos marujas, aunque, con pequeñas diferencias, nosotras no podemos comprar en Miu Miu, porque el precio de un modelete es con lo que tiramos para comer todo el mes y con lo que podemos pagarle a nuestros retoños un buen curso de inglés. En fin, leves matices aparte del hecho de que, las elegantes señoras de Vogue compran en Chanel y servidora en Zara y agradecida, porque mi horizonte de consumo son las tiendas de los Veinte Duros. La redactora, para adelgazar se dirige al elitista instituto de belleza de Carmen Navarro donde, a cambio de una pequeña fortuna le aplican tratamientos con máquinas quemagrasas de última generación, masajes terapéuticos, consejos de nutricionistas y apoyo psicológico, todo ello es pos de poder ajustarse en el maravilloso diseño de Miu Miu. Con ello se demuestra que, los tratamientos para paliar civilizadamente los efectos del abandono del tabaco están realmente al alcance de unas pocas frívolas, que encima tienen el pésimo gusto de relatárnoslo en primera persona a quienes no podremos jamás ir a Carmen Navarro, no tenemos más tratamiento de última generación que perder kilos a fuerza de bregar en la casa y de pasar hambruna ayudadas por yogures 0 grasa y andar kilómetros por el Paseo Marítimo que es gratis.Pero ¡Hay que ver lo cómodo que debe ser dejar de fumar con teniendo dinero! ¿Qué dicen ustedes? ¿Qué no es nuestro caso? Es verdad. Nosotras nunca afrontaremos el terrible dilema de tener que perder celulitis por embutirnos en un modelo exclusivo de Miu Miu. Por cierto ¿Han tenido ustedes alguna vez en las manos, aún sin comprarlo, un diseño de Miu Miu? Yo desde luego no. No tengo sueldo de eurodiputado.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto