Para ser fashion y estar a la
última, hay que cavilar y preocuparse por la astenia
primaveral, leer cuanto se publique al efecto y, antes que
nada, permanecer intelectualmente marchosos, para paliar
efectos indeseados e indeseables, amén de absorber con
avaricia lo último en tratamientos desestresantes y
defatigantes.
¿Ustedes se medican? Servidora si. Será que dentro de la
acepción del Humanismo Cristiano de la ciberderecha neocom,
nosotros ,en plan racionalista, somos conscientes de que,
antes de pedir a Dios el milagro de la sanación, resulta más
razonable no incordiar al Altísimo y buscar en botica esos
ali olis de brujas a los que, la farmacopea bautiza con
nombres de remedios químicos y que son, en sí, pequeños
milagros debidos a la aplicación del Espíritu Santo a las
mentes excepcionales de los investigadores científicos.
Como buena disfrutona y aprovechona de los espectaculares
avances de Occidente en materia de ciencia y farmacología,
exalto mis raíces culturales usando cuanto el siglo XXI pone
a mi alcance y cada pastilleja que me meto es canto de
gratitud a esta fastuosa cultura parida por el Humanismo
Cristiano. ¿Qué a ustedes también les gusta estar informados
de los avances médicos? Natural. El tema a todos alcanza o
puede alcanzar a lo largo de la existencia, de hecho, el
consumo de antidepresivos se ha triplicado desde 1995,
porque la antigua acepción de que hemos venido a un valle de
lágrimas para cargar cada cual con su cruz, está muy demodé
y resulta masoquista y arcaica.
Si hemos nacido es para ser felices y en mi caso y en el de
mis colegas, llevamos la felicidad a la santificación por el
trabajo profesional y el cumplimiento de los deberes
ordinarios del cristiano. Eso quiere decir ser currantes,
buena gente y estar mentalmente muy operativos. Y hay
situaciones concretas en las que, para que nos vamos a
engañar, andamos de capa caída y estamos y nos sentimos más
flojos que un muelle de guita. Algo inaceptable en nuestra
ferozmente competitiva y exigente sociedad. Por eso hay que
empaparse de conocimientos, acudir a los galenos, indagar en
botica, estudiar y descubrir el Omega 3 ,en cápsulas, pero
que sea de pescado y lleve su miajita de vitamina E para que
el aceite de la cápsula amarilla no se oxide. Servidora y
todas mis amistades, ingerimos Omega 3 como alimento de los
neurotransmisores y de la amígdala . Gasolinilla cerebral,
vidilla neuronal, cuartelillo antidepresivo. Con el Omega 3
aportamos nutrientes y encima prevenimos del colesterol
malo, que tiene mucha mala leche.
Y encima, si para situaciones de estrés acudimos a los
modernos marabús que ejercen, con título, la
neuropsiquiatría, en las consultas encontramos la panacea
que bien pueden ser remedios de cañón como los
antidepresivos tricíclicos, o más dulces como los
inhibidores de la serotonina, para mi el mejor el seropram,
almibarado y untuoso, que ataja y previene la ansiedad ¡Y
que malage tiene la ansiedad! Eso y la depresión son lo
peor, el mal oscuro del alma, en el que, tan solo los
mejunjes químicos aconsejados por hombres sabios y expertos,
tienen la palabra y el remedio. Apatía, cansancio, tristeza…
Todo es atajable ¡Y cuidado que en Ceuta hay buenísimos
médicos!. Te aconsejan mover el cuerpo, el alma y el
espíritu. El cuerpo para fabricar neurotransmisores, una
hora machacando en el gimnasio, un kilométrico paseo, una
pechá del carísimo Pilates con máquinas a quien se lo pueda
permitir (no es mi caso). Mantener la mente activa con
actividades intelectuales ¿Qué si el botellón es actividad
intelectual? Bueno, no exactamente, se sociabiliza mucho,
como en las colas del paro, pero mejor escribir leer,
apuntarse a la UNED o escribir poesía y ejercer de tarotista
como es mi caso. Escribo por encargo ¿Qué que estoy
escribiendo en estos momentos? Pues algo muy romántico que
empieza diciendo “Los mares traen aromas, a ingle de
gaviota…”.
Aunque también compongo letras para pasodobles inspirándome
en Pemán, el último lo escribí para la Pantoja y no tuvieron
conmigo ni un puto detalle, ni invitarme a una tapa de
tortitas de camarones ¿Qué como se pasadoblea por Pemán?
Pues en plan cursilón “Capote grana y albero, el viento
baila en las hojas. No hay en el Universo entero, más arte
gracia y salero, que el que tiene la Pantoja”. ¿Qué ustedes
quieren tener su propio pasodoble torero y que les eche las
cartas? Pues me pagan, eso si, la voluntad y no cobro el
IVA.
¿Qué toda mi disertación anterior es un truco maquiavélico y
una autopropaganda para que me encarguen algún pasodoble?
Por favor, no sean lenguaraces, por mucho que la crítica sea
una actividad aeróbica para los neurotransmisores, yo me
limito a aportar mi humilde experiencia para atajar los
males primaverales, ahora que, claro, si quieren un
pasodoble tipo “España Cañí” con una emotiva letra, yo me
esforzaría por complacerles ¡todo sea por el bien de mi
sistema neuronal!.
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