El encuentro entre el MEC y los sindicatos duró más de lo
previsto, alrededor de seis horas de debate que acabaron
finalmente en acuerdo. Hubo algún momento de tensión, pero
el descanso del café, que tuvo lugar a media tarde, hizo
maravillas con ambas partes: los sindicatos aceptaron
algunas proposiciones de la administración, y el MEC cedió
frente a las peticiones del profesorado.
La Mesa Sectorial de la Enseñanza Pública no Universitaria
se reunía el pasado día 27 y de forma excepcional en Ceuta,
para tratar las peticiones del profesorado de las dos
Ciudades Autónomas, después de que las relaciones entre la
administración y la Mesa de Personal Docente se hubieran
deteriorado bastante. Hasta el punto de que la iniciativa de
paros y movilizaciones fue secundada por la mayoría de los
profesionales de la enseñanza local (mucho más en Ceuta que
en Melilla). Esta fue una de las causas que provocaron el
encuentro, que se celebró un día antes del paro de tres
horas previsto para el 28. La inminencia y la hora del
acuerdo hizo que muchos alumnos y parte de los docentes no
acudieran a los centros educativos el miércoles.
Consecuencias “anecdóticas”, según señaló el portavoz de la
Mesa de Personal Docente y secretario general de Comisiones
Obreras, Juan Luis Aróstegui. Al final del encuentro, el
representante sindical y Manuel Bellón, subdirector adjunto
de Relaciones con las Administraciones Territoriales del
MEC, Manuel Bellón, se fundían en un abrazo. El debate fue
duro, aunque todas las organizaciones sindicales resaltaron
“el talante de diálogo y la disposición para la negociación”
del responsable ministerial, mucho más abierto al debate que
el anterior ‘negociador del MEC’, Fernando Gurrea, número
dos ministerial al que le costaba dar su brazo a torcer.
Siete puntos
El pacto se fraguó con la firma de un principio de acuerdo
que tendrá que volver a ser ratificado por los
representantes ministeriales y los sindicatos en Madrid, en
la Sectorial, aunque no se prevé ninguna modificación
sustancial en los puntos fundamentales; por lo menos no se
espera que lo impugnen ninguno de los sindicatos nacionales
sin representación en ambas Ciudades.
Lo que sí será susceptible al cambio serán las fechas y
periodos de aplicación de las medidas. “Esto es un principio
de acuerdo; habrá más tarde matizaciones”, explica Remedios
Acosta, responsable de ANPE en Ceuta, sindicato que califica
como “muy positivo” el avance de las negociaciones. Las
peticiones sindicales se remontan a otros principios de
acuerdo que se efectuaron en 2000 y 2003 y que estaban
todavía por materializarse. La mayoría están recogidos en el
Informe sobre el estado y situación del sistema educativo
2003/2004 del Consejo Escolar del Estado. En diciembre de
hace tres años, los docentes pusieron sobre la mesa la
necesidad de reducir la jornada laboral de los docentes
mayores de 55 años, aunque sin pérdida de su potencial
salarial. El MEC se resistía a mantener las retribuciones en
reuniones anteriores e indicaban los 60 años como edad de
cumplimiento. Finalmente, el punto uno del acuerdo se
refiere a la “aplicación gradual” de la reducción de la
jornada lectiva “sin pérdida de haberes y realizando labores
de apoyo”. Lo gradual del asunto se refiere al periodo de
tres o cuatro años que puede durar la puesta en marcha de la
medida, un aspecto que los sindicatos quieren perfilar en la
reunión Sectorial que tendrá lugar en la capital española.
Uno de los ‘caballos de batalla’ de las organizaciones
sindicales era lo que ha acabado llamándose ‘complemento de
función tutorial’. El principio de acuerdo presupone que el
MEC “aplicará dicho complemento a todo el profesorado”.
Hasta el momento, según explica José María Rodríguez
Portillo de UGT, si un profesor de inglés dedicaba parte de
su tiempo a hablar con los padres de un alumno ya estaba
realizando una tutoría; de ahí, que una de las peticiones de
los docentes fuera la inclusión de todo el equipo
profesional dentro de este complemento retributivo y no de
dos personas por centro. Desde 2003, los sindicatos luchaban
por la consecución de esta medida que hace ‘tabla rasa’ y
pone al profesorado de la enseñanza pública al mismo nivel,
exceptuando a los miembros de los equipos directivos y a los
jefes de departamento.
Otro de los puntos calientes del encuentro del día 27 era la
negociación del acceso de los interinos al sistema público
educativo. La solución adoptada confirma el modo actual y da
vigor a las listas preferentes y generales; los sindicatos
no estaban dispuestos a modificar estas listas dobles,
después de que en 2000 se sentaran parte de las bases que
rigen la vida laboral del profesorado interino. Además, las
dos Ciudades Autónomas cuentan con porcentajes elevados de
este tipo de docentes, un 30,5 por ciento del total en Ceuta
y más de un 44 por ciento en Melilla en el año 2004.
Rodríguez Portillo indica que la idea sindical era cimentar
los “vasos comunicantes” entre listas generales y
preferentes y, sobre todo, no tocar el sistema de accesos.
Tras el acuerdo base al respecto, los sindicatos aceptaron
una de las propuestas que traía el MEC y dieron su visto
bueno a la inclusión en el listado preferente de los
docentes que aprobaran su oposición y se quedaran sin plaza.
Es el apartado c del punto 6 del acuerdo. “Nos pareció
bien”, señala Remedios Acosta.
Seis horas y media de negociación después, también veía la
luz el punto siete, referido al complemento específico del
profesorado, una especia de media aritmética entre las
cantidades que reciben los profesores del resto del país
dividida entre el número de territorios. Esto pondrá a Ceuta
y Melilla (territorios del MEC junto a algunos centros
educativos gaditanos) en línea con la media nacional. El MEC
prevé que la actualización esté lista en un periodo de dos
años. También hay media aritmética para la jubilación LOGSE.
La petición sindical recogía la necesidad de equipararse al
resto de España. Si la media en el País Vasco roza los seis
millones y en Ceuta no llega a las 700.000 pesetas, “algo
había que hacer”. “Nadie se quiere jubilar en Ceuta”, añade
José María Rodríguez Portillo.
Apretón de manos y sonrisas tras la reunión. Incluso, foto
de familia en la sede de la Delegación de Gobierno en Ceuta.
El acuerdo queda a falta de las matizaciones.
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STE-Ceuta se reúne en asamblea el día 19 para ratificar o no
el acuerdo
STE-Ceuta fue la única
organización sindical que no firmó el escrito que recogía el
acuerdo del pasado día 27 de marzo. Y no porque no
consideren que el pacto “avanza en varios puntos respecto al
año 2003”, sino porque se trata de un sindicato asambleario
que, según explica Juan Antonio Molina, necesita ser
ratificado en una reunión con la presencia de todos los
afiliados.
STE no quiere valorar de forma definitiva el encuentro con
el Ministerio de Educación y Ciencia; encuentra puntos
positivos aunque su secretario confederal indica que el
escrito “adolece de generalidad y concreción”. Sobre todo en
la fórmula “el MEC se compromete a...” que da comienzo a
cinco de los puntos del pacto alcanzado entre la
administración y los sindicatos. Juan Antonio Molina
recuerda los principios de acuerdo formulados en diciembre
de 2003 y señala que este tipo de compromiso “ya aparecía de
esta manera”. La inconcreción del texto se refleja, a juicio
de STE, en los plazos de cumplimiento de, por ejemplo, la
reducción de la jornada laboral para mayores de 55 años: “en
un periodo comprendido entre tres o cuatro años”. Mejor tres
que cuatro, opina el secretario confederal, que añade que el
tiempo de ejecución de los puntos debería quedar mejor
determinado. “En Andalucía ya está en marcha”; cuatro
significaría un retraso importante para el profesorado de la
Ciudad Autónoma.
Decisión: en la asamblea
En cuanto a la asamblea que se llevará a cabo en la sede
sindical de STE-Ceuta el próximo miércoles 19 de abril, Juan
Antonio Molina tampoco adelanta nada. En la reunión se
votará la ratificación o no del acuerdo con el MEC.
“Nos alegramos mucho de haber llegado a un principio de
acuerdo y hay cuestiones positivas”, subraya el
representante de la Confederación de Sindicatos de
Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza, “pero es la
asamblea quien decide; hay posibilidades de sumarse al
acuerdo o de no hacerlo”.
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