Rara es la plaza, más grande o más pequeña, en la que no hay
palomas picoteando todo aquello que encuentran en el suelo
y, consiguientemente, entorpeciendo el tránsito de los
viandantes y ensuciando el mobiliario urbano. Ceuta, al
igual que el resto de ciudades españolas, no es ajena a la
plaga que constituyen estas aves consideradas como ratas
voladoras y que habitan en todo el mundo excepto en La
Antártida.
Muchas son las personas aficionadas a darles de comer
diariamente lanzándoles kilos y kilos de pan, grano o maíz y
atrayendo así a un gran número de palomas a las plazas y
parques más céntricos. Esta práctica, además de incómoda
para viandantes y comerciantes es, según la veterinaria del
Servicio de Sanidad Animal de la Ciudad Autónoma, Begoña
Rodero, “un foco de posibles infecciones que habrá que tener
vigilado en caso de que llegue la gripe aviar a Ceuta”.
Paloma Bravía
La paloma doméstica o Paloma Bravía era originalmente
silvestre aunque fue domesticada por el hombre para ser
utilizada como mensajera o como ave de competición.
Se alimenta a base de granos, semillas, pequeños frutos y
restos de comida y basura, sobre todo en las urbes,
consumiendo alrededor de 500 gramos de comida a la semana.
La digestión la realizan de forma rápida y, al carecer de
vejiga, están continuamente deponiendo excrementos tanto
apoyadas en el suelo como en vuelo. En estado salvaje llegan
a vivir hasta 15 años pero en el ámbito urbano apenas
superan el lustro de vida.
Aunque para mucha gente las palomas son unas aves que
alegran las calles y plazas con su presencia, no hay que
olvidar que son transmisoras de enfermedades y que generan
mucha suciedad con sus excrementos. Según estudios médicos
recientes, dependiendo de las condiciones higiénicas y
medioambientales, éstas pueden transmitirnos: histoplasmosis,
que afecta a los pulmones; tuberculosis o salmonelosis,
entre otras enfermedades. En cuanto a los excrementos,
dependiendo del material sobre el que caigan pueden tener
efectos corrosivos o de degradación del color.
Ciudadanía
Por las cuestiones mencionadas, las autoridades sanitarias
ceutíes vigilan la evolución cuantitativa de la población de
palomas así como el desarrollo del virus H5N1 que, de llegar
a la ciudad, obligaría a tomar medidas drásticas.
|
El Gobierno prevé métodos de captura
A pesar de que no se han
registrado casos de gripe aviar en España, las autoridades
sanitarias tienen previstos algunos sistemas de control que
facilitarían la captura inmediata de las palomas en caso de
ser necesario para preservar nuestra salud o si la población
de estas aves alcanzara un número alarmante.
Así, algunas de las medidas existentes en el mercado y que
podrían ser puestas en práctica son: pequeñas descargas
eléctricas que asustan a las palomas consiguiendo que
aborrezcan un determinado edificio y provocando una
migración forzada de estas aves o sistemas de captura y
posterior suelta en zonas menos pobladas llegando incluso a
existir productos de esterilización a través de la comida.
|