Sobre las siete de la tarde del pasado jueves, 30 de marzo,
una pareja de la Policía Local que se encontraba de patrulla
por la avenida Otero fue requerida por un funcionario de la
Guardia Civil que se encontraba en el servicio fijo de
custodia de edificios.
Éste les informó de la existencia de un individuo que
llevaba un rato arrojando piedras a los ciudadanos y
vehículos que circulaban por esa calle.
El guardia civil señaló la ubicación concreta de esa
persona, por lo que los agentes actuantes se aproximaron a
él para pedirle la documentación, algo a lo que el
sospechoso se negó.
Tras la negativa el supuesto agresor se arrojó al suelo para
evitar ser detenido por los agentes de la Policía Local y
tras ser reducido fue introducido en el vehículo policial
para su posterior traslado a la Comisaría donde se
realizaron las diligencias oportunas.
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