¡Que pechá de trabajar! Aquí me
tienen amañando la célebre Comisión de Hermanamiento,
contentando a los participantes, atendiendo a las
iniciativas de cada cual, conformando a los quejicosos,
poniendo paños calientes e intentando que, nuestra
iniciativa, profundamente democrática, de plena
participación de colectivos y oenegés, enriquecedora y
fructífera ,sea un éxito.
Yo estoy estragaíta, tomando Arcalión que es vitamina B
condensada en un comprimido de un vigorizante color naranja,
ayudándome con Supradyn y dosificando certeramente los
antidepresivos tricíclicos que son un pasón de eficaces,
aunque hagan crecer los pies y las orejas ¿Qué eso es
mentira? Palabrita del Niño Jesús que es verdad, a mi me ha
pasado y a mis amistades también. ¿Por qué se cabréan? ¿Qué
quieren que les cuente de una jodida vez lo de la Comisión?
Vale, era una sorpresa pero resulta demasiado emotivo como
para guardármelo y además sería muy egoísta por mi parte no
compartir con ustedes esta experiencia espiritual tan
reconfortante.
Ahí voy. Se trata de un Proyecto de Hermanamiento entre
determinados sectores y colectivos de las ciudades de Málaga
y de Ceuta, intercambio, acercamiento, abrazo conmovido y
sincero… ¡Ya se me están saltando las lágrimas! Ya saben
ustedes que yo soy de esa leche y la sensibilidad me puede.
Vamos a hermanarnos y el mérito no es en absoluto de esta
humilde escribidora, al revés, el autor intelectual de esta
maravilla es mi buen amigo el proxeneta Donatus Obi, un
chulo nigeriano de elegancia extrema que lleva con singular
encanto los cadenones de oro y calza distinguidos zapatos
puntiagudos de factura italiana siempre tres números más
grande y a ser posible de piel de pitón amarilla. Donatus
que tiene papeles, visitó la bella ciudad autónoma de Ceuta
y se chaló, sobre todo por el educativo espectáculo de la
noche en el Paseo del Revellín ¡y vengan putas!.
Las meretrices y sus chulánganos ocupando el lugar y
compitiendo en la distancia con el Polígono del Guadalhorce
malagueño, donde docenas de pilinguis nigerianas, el culo y
las tetas al aire en verano e invierno, compiten por
complacer con sus encantos a los guarros y a los viciosos
que conforman su distinguida clientela, también acuden
lesbianas, pero en plan testimonial, los sátiros prevalecen
y los precios son económicos y competitivos. De hecho, hace
un par de años una concejala pepera denunció que, a los
niños de institutos cercanos, las tiparracas les hacían
descuentos especiales, algo muy amoroso y de respetar mucho
a la infancia.
El caso es que, mi labor es dura, se trata de aunar
intereses y de confraternizar en singular intercambio, las
putas y proxenetas ceutíes hermanados con las putas y los
proxenetas nigerianos, los rumanos se interesaron por la
iniciativa porque también traen a muchas pobres mujeres a
las que someten a la esclavitud sexual contra su voluntad en
la mayor parte de los supuestos, pero luego recularon
porque, mientras las nigerianas y las marroquíes son
sandungueras y están llenas de gracejo, las rumanas son unas
tristonas y siempre parecen desganadas… Un muermo.
¿A que es una iniciativa muy enriquecedora? ¿Qué están
murmurando? ¿Qué lo que tendrían que hacer la Brigada de
Extranjería es pegarle a las putas una patada en el coño y
mandarlas a su país y los chulos ser detenidos por la Udyco?
¡Hagan el favor de no ponerse legalistas para aguarme el
festejo! De hecho se de buena tinta que las meretrices y
proxenetas intercambiarán placas conmemorativas, pegatinas
de las ciudades, objetos de cerámica con la leyenda “Ceuta,
sol de España en Africa” y “Málaga, capital del sur de
Europa”, se celebrará una comida de hermandad, los
proxenetas declamarán sus discursos y las de “la
nocturnidad” redactarán algún tipo de intervención alegórica
reclamando la legalización de su oficio, el alta en la
Seguridad Social y el ofrecimiento de incentivos fiscales y
desgravaciones a perversos, sádicos y masoquistas.
¡Cuan entrañable! Apuesten algo a que me harto de llorar con
los discursos y soy la que más aplaudo, aunque no quiero
ningún tipo de protagonismo, las auténticas estrellas son
los chulos, las putas y las Autoridades Consentidoras que
presidirán el festejo. De hecho, aunque ustedes no ejerzan
la prostitución ni la chulantropía pueden adquirir las
invitaciones para el almuerzo y acompañarnos en este acto
tan íntimo y hermoso ¿Qué si las Autoridades pagan por
asistir a la comida? No, ellos son los Ilustres Invitados,
cuya proverbial permisividad tanto se quiere y agradece.
Por cierto, se comenzará el acto de hermanamiento entre el
Polígono Guadalhorce y el Paseo del Revellín con la
degustación de una copa de vino español y se sorteará
lencería picante para agradar a las señoras, va a ser un
éxito, seguro, asistencia plena pero yo…¡Que pechá de
trabajar!.
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