El Fondo Social Europeo y la Ciudad Autónoma de Ceuta han
financiado el curso Alfabetización para personas adultas,
que tiene como objetivo enseñar a sus alumnos un nivel
básico de conocimientos que les permitirá optar a un puesto
de trabajo. Este curso, que comenzó ayer, durará seis
semanas fecha en la comenzará otra vez y así sucesivamente
durante un año. Si el proyecto consigue alcanzar las
expectativas se prolongará un año más.
Ana Belén Núñez la psicóloga que coordina el curso y la
maestra , Eva Pulido, forman el equipo que imparte el
mencionado curso. Ambas comentan la importancia que tienen
estas clases y lo relevante que pueden ser para los alumnos.
“Impartir este tipo de clases me parece una maravilla, es un
opción para que puedan aprender y aspirar a un puesto de
trabajo”, comenta Ana Belén Núñez. Este entusiasmo es
compartido por su compañera Eva Pulido “yo como maestra me
siento satisfecha realizando este trabajo”.
El curso consta de tres niveles en función de la preparación
que tengan los matriculados. La clasificación para poder
entrar en un nivel u otro la realiza Procesa a través de las
dinamizadoras laborales, que se encuentran en la barriada
del Príncipe Alfonso. De este modo, todas las personas
están ubicadas en el curso y en el nivel que le corresponde.
El número de alumnos que asiste a este curso es de veinte
aproximadamente, siendo el nivel uno, que corresponde a
personas que no saben ni leer ni escribir, el más numeroso,
formado por trece personas, mientras que el segundo y el
tercero constan de tres.
Además, la asistencia es abrumadoramente femenina, la
profesora del curso, Eva Pulido, afirma rotundamente “la
mayoría de los matriculados son mujeres, y en muchos casos
tienen cargas familiares”. “Cada nivel tiene unos
objetivos diferentes el primero trata de enseñar a los
matriculados a leer y escribir, el segundo afianza la
lectoescritura y el tercero atiende a la compresión y
apredizaje de normas ortográficas más complejas”, añade la
psicóloga del curso.
Los alumnos consideran que esta es una oportunidad para
mejorar y ampliar sus conocimientos, además de ‘abrilerles
puertas’ a puestos de trabajo. Uno de los matriculados
comenta “este curso me parece bien y me ayudará a buscar
trabajo como fontanero. Tenía muchas ganas de apuntarme”.
Este es un curso dirigido exclusivamente de adultos. La
media de edad de los asistentes es de entre treinta y cinco
y cuarenta años. Con la peculiaridad de que se trata de un
curso becado, es decir que los alumnos reciben una
bonificación por asistir al mismo, lo cual supone otro
aliciente para los matriculados. La cuantía varía en función
del nivel al que corresponda el alumno.
Todos las personas que están en el nivel uno deben pasar al
nivel dos y más tarde al nivel tres. Al igual que las
personas que corresponden al nivel dos y una vez que
adquieran los conocimientos necesarios, pasarán al nivel
inmediatamente superior.
Las diferentes academias ceutíes presentaron proyectos
fundados en la idea de realizar un curso de Alfabetización
para personas adultas, siendo la academia Ecos la finalista.
Algo novedoso para este centro, ya que no se había impartido
hasta el momento un curso de esta índole.
La academia Ecos, centro colaborador del INEM para impartir
cursos de Formación Profesional Ocupacional, cuenta con los
medios adecuados para la formación de estos alumnos. Entre
otros, libros de hasta cinco niveles que se adecúan a las
deficiencias que presentan los matriculados.
La profesora y la psicóloga insisten en que muchos de los
alumnos saben escribir y leer pero carecen de la
compresión necesaria, así como de la ortografía adecuada.
Ambas profesionales, Eva Pulido y Ana Belén Núñez, insisten
en la confianza que ha depositado en que este curso, ya que
supone una gran ayuda para mejorar los conocimientos mínimos
de estas personas.
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El nombre del curso evita el sexismo
La denominación del curso fue
detenidamente pensada, porque según acalaró la psicóloga del
mismo, Ana Belén Núñez, “se pretendía dar un nombre lo menos
sexista posible”.
Para ello se escogieron las dos palabras “personas” y
“adultas”, antes que utilizar los vocablos en masculino y
femenino “adultos” y “adultas”, que se sería redundante y
quedaría más tarde reducido a “adultos”, por lo que el
género femenino se encontraría al margen. Esta decisión se
tomó antes de saber que la mayoría de las personas que
asistirían al curso de alfabetización eran mujeres.
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