Con pareado incluido, lo cierto es
que España sí se sentará con otras regiones de la mano en su
reunión con Marruecos. Ceuta y Melilla no tienen
competencias en sus respectivos estatutos, verdad. Aunque
también lo es el hecho de que Marruecos se ha negado
rotundamente a que las dos ciudades estén. Marruecos sí
admite a Andalucía y a Canarias a regañadientes, pero la ha
soportado en la reunión porque nuestro país lo ha impuesto.
Coalición Canaria tiene su peso en el Congreso y sus votos
pueden sumar alguna mayoría en algún momento concreto. El
juego diplomático se basa en una, cuanto menos rara,
política convenida del avestruz. Si Ceuta y Melilla son un
problema, evitemos hablar de ellas y avancemos en los demás
asuntos. Puede entenderse como aceptable si no es porque
sólo el tiempo dará ‘madurez’ a un diálogo futuro con un
escenario totalmente distinto al actual. Estas son
situaciones sobrevenidas que, como ceutíes, nos vemos
incapaces de entenderlas, por más explicaciones que se nos
ofrezcan. Apelar a la buena vecindad oficialmente sin poder
mirarse realmente de frente y hablar claro, se hace duro.
Sin duda, la realidad es que el norte de Marruecos ha
sobrevivido gracias a que Ceuta y Melilla ha aportado lo
suyo con su mucho más alto nivel de vida. Claro que a la
inversa ha sucedido lo mismo provocando un ‘hinterland’, en
términos economicistas, en el que ambas partes se han
beneficiado. Y todo ello sin mencionar el gasto supérfluo de
nuestra sanidad estatal, ofreciendo un sinigual servicio
sanitario, en Ceuta, a los ciudadanos de la provincia
marroquí de Tetuán.
El Estado defenderá los intereses de Ceuta y así se ha
manifestado. De igual modo, el presidente de Ceuta, se ha
referido en los mismo términos. Y todo ello unido a que el
ministro de Defensa, Bono, quien tenía en su agenda una
visita a Ceuta para ayer día 27, le ha surgido -curioso- una
cita en Haití con nuestros soldados y una cena en República
Dominicana, con Julio Iglesias. Que el jefe político de la
Defensa hubiera estado en Ceuta cuando España se reunía con
Marruecos, no hubiera estado bien visto. Todo sea por la
buena vecindad, vaya que alguien se moleste.
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