Se llama fuego al proceso de
oxidación violenta de una materia combustible, con
desprendimiento de llamas, calor y gases. Es un proceso muy
exotérmico. (Wikipedia)
Para producir fuego se requieren tres cosas: un combustible
(usualmente, un compuesto orgánico, como el carbón, la
madera, los plásticos, gases de hidrocarburos, la
gasolina...), un comburente, el oxígeno del aire, y calor
(una energía de activación), que puede darse con una chispa
u otra llama. Sin la suma de los tres no se produce el
fuego.
Cada combustible tiene una temperatura de ignición distinta,
a la que es necesario llegar para inflamarlo. En la mayoría
de los casos, una vez comienza la reacción de oxidación, el
calor desprendido en el proceso sirve para mantenerlo.
Los gases producidos por la oxidación (principalmente vapor
de agua y dióxido de carbono), a alta temperatura por el
calor desprendido por la reacción, emiten luz visible: las
llamas (gases incandescentes).
El fuego ha fascinado a la humanidad durante siglos. Quizá
el humano cobró conciencia de su superioridad cuando dominó
el fuego, al que los demás animales temen. A su alrededor y
gracias a su calor han vivido miles de generaciones. El
hombre ha sabido usar la fuerza destructiva del fuego en su
provecho, para extraer la energía de los materiales que le
proporcionaba la naturaleza o poder moldearlos a su gusto.
Si bien la mano es la herramienta principal del hombre,
también el fuego tiene parte en la responsabilidad de la
construcción de la actual cultura. También es destacable su
utilización a lo largo de la historia con fines bélicos y
destructivos...
Heráclito
Filósofo griego (504-456 a.C.), nacido en Éfeso, antigua
ciudad de Asia Menor perteneciente a la actual Turquía.
Sostenía que el fuego era el origen primordial de la materia
y que el mundo entero se encontraba en un estado constante
de cambio.
Su doctrina característica es el principio de la relatividad
universal; nada es, todo deviene; ser y no ser coinciden en
el seno del devenir; la diferencia, el contraste, la
contrariedad, son necesarios para la armonía.
\"Lo uno desdoblándose coincide consigo mismo, como el
acorde que resulta del arco y la lira.\"
La unidad, pues, es la que resulta de la concordancia de los
contrarios.
Todo en la naturaleza ocurre de igual modo: la noche sigue
al día, la muerte al nacimiento, el sueño a la vigilia; no
apreciamos el valor sin peligro, la salud sin la enfermedad.
Todo está en flujo perfecto.
Para Heráclito la sustancia fundamental es el fuego, pero un
fuego que todo lo crea y lo destruye en un eterno retornar.
Es curioso como el hombre ha utilizado el Fuego para sus
rituales de magia, al asociarlos con el Espíritu que da la
Vida. El poder que Dios utilizó en el hombre para darle la
Vida, fue su Espíritu, su Fuego Divino.
Los humanos hemos venerado siempre el fuego, hoy en día nos
rendimos junto a él, como lo hicieron nuestros antepasados.
Todavía encendemos velas para las cenas románticas, para
acompañar a las plegarias y para fines mágicos, por lo
tanto, no hemos olvidado el poder del fuego.
El fuego es un elemento destructivo y creador, sus
cualidades destructivas son ya conocidas por todos, quien no
ha visto desaparecer algo entre las llamas. Como
contrapartida su naturaleza creativa está escondida en las
llamas, no se ve, pero está, de las cenizas de lo antiguo se
eleva lo nuevo, el Ave Fénix es el ejemplo eterno de ello.
Fuego-Purificacion-Amor:Dios.
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