La Audiencia Nacional comenzó ayer a juzgar al presunto
‘talibán español’, el ceutí Hamed Abderrahman Ahmed, ‘Hmido’,
quien, hasta su entrega a España en febrero de 2004,
permaneció detenido casi dos años en la base norteamericana
de Guantánamo (Cuba) tras ser apresado en Afganistán después
del 11-S. El teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús
Santos, pide para ‘Hmido’, quien se encuentra en libertad
provisional, una pena de nueve años de prisión por
integración en Al Qaeda.
En esta primera sesión declaró como testigo el presunto
líder de la célula de Al Qaeda desarticulada en España tras
el 11-S, Imad Eddin Barakat, ‘Abu Dahdah’, que aseguró que
no conoce de nada al acusado. El juicio comenzó con la toma
de declaración al acusado, quien, tras negarse a contestar
al interrogatorio del fiscal, negó a preguntas de su defensa
que decidiera viajar a Afganistán para hacer la ‘yihad’
(Guerra Santa). Explicó que acudió a ese país en agosto de
2001 para estudiar en una madraza y precisó que el término
talibán significa ‘estudioso del Corán’. El 21 de
septiembre, prosiguió, recibió la orden de abandonar el país
ante la inminencia de un ataque estadounidense y al llegar a
Pakistán, en octubre o noviembre, es detenido y,
posteriormente, a principios de 2002, le trasladan a
Guantánamo.
Según las conclusiones provisionales del fiscal, ‘Hmido’,
decidió en 2000, “influenciado por su amigo Abu Naiz,
conocido también como Abdallah, el cual residía en
Marruecos”, viajar a Afganistán “para practicar la ‘yihad’
con el gobierno Talibán”. A este respecto, el acusado señaló
en la vista que \"ese amigo no existe\" y explicó que tuvo
que inventarse a \"ese personaje\" para que no le torturaran
más en Guantánamo. También relató que antes de salir de la
base norteamericana para ser entregado a España tuvo que
firmar un documento en el que negaba su pertenencia a Al
Qaeda.
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