Un año más, llega esa fecha tan esperada en las filas de La
Legión, llega el 20 de Septiembre, nuestro Aniversario. Sí,
digo tan esperada porque supone un cúmulo de sensaciones en
las que se entremezclan las alegrías por los triunfos
conseguidos, las tristezas por los compañeros caídos y sobre
todo las expectativas de futuro ante nuevos retos basadas en
una gloriosa tradición castrense forjada en el buen hacer,
en el sacrificio y en la sangre derramada de sus
legionarios.
En este día se celebra oficialmente la fundación de La
Legión, aunque si bien es cierto, no es una fecha en la que
realmente se produjera la aparición oficial de este Cuerpo.
La aparición de La Legión no se puede encajonar en una fecha
concreta, al ser numerosos los hechos que sucesivamente
contribuyeron a que por fin quedara constituido como tal ese
Tercio de Extranjeros que hoy es La Legión.
La aparición de La Legión se debe al empeño tanto pasional
como racional de nuestro fundador José Millán Astray, que
tras haber vivido en propia persona el combate a la edad de
17 años en las colonias españolas, concretamente en
Filipinas, ve cómo es necesaria la existencia de Unidades de
soldados profesionales que, siendo más duchos en el manejo
de las armas debido a su permanente preparación fuera de las
épocas de campaña, dieran solución al conjunto de
inconvenientes que implicaba la utilización de fuerzas
salidas del reclutamiento forzoso en los distintos
conflictos de finales del s. XIX y principios del s. XX. La
experiencia bélica de este militar tan excepcional fue
acompañada siempre por el proyecto de creación de una Unidad
de voluntarios españoles y extranjeros. En 1919, momento en
el que la inestabilidad social de España, principalmente
provocada por el conflicto en la zona del Protectorado, hizo
propicio el clima necesario para que su proyecto fuese oído
por el Monarca y estudiado por distintos órganos del
Ministerio de la Guerra, con el resultado favorable que se
plasmaría en el Real Decreto de fecha 28 de Enero de 1920 en
el que SM el Rey don Alfonso XIII, dispone lo siguiente: \"A
propuesta del Ministerio de la Guerra, y de acuerdo con el
Consejo de Ministros, vengo a decretar lo siguiente:
artículo único: Con la denominación de TERCIO DE
EXTRANJEROS, se creará una Unidad Militar Armada, cuyos
efectivos, haberes y reglamentos por los que ha de regirse
serán fijados por el Ministro de la Guerra\". Inmediatamente
después en el Diario Oficial del 31 de Enero de 1920 una
Real Orden dispone que el Teniente Coronel Millán Astray
emprenda la tarea de organizar el Tercio de Extranjeros.
Tras un periodo de duro e intenso trabajo, el 2 de
Septiembre de 1920 es nombrado como primer Jefe del Tercio
de Extranjeros el Teniente Coronel de Infantería José Millán
Astray y Terreros y en el Diario Oficial del 4 del mismo mes
se fijan las disposiciones definitivas de fundación del
Tercio de Extranjeros.
Han sido varias las fechas citadas en esta reseña histórica
que bien podían haber sido empleadas como día conmemorativo
de la fundación de La Legión, pero como no podía ser de otro
modo, en función del espíritu de su fundador y por ende del
de La Legión, el hecho puntual elegido por su fundador para
celebrar oficialmente el nacimiento de este Cuerpo fue la
fecha en la que se alistó en el Tercio su primer voluntario,
el Caballero Legionario Carlos Expresati de la Vega, en la
españolísima ciudad de Ceuta, el 20 de Septiembre de 1920.
Año tras año, desde entonces, no se ha dejado de celebrar
este día en las filas de La Legión y si bien es cierto que
las circunstancias de cada momento a lo largo de su corta
pero gloriosa historia han podido influir en la forma de
desarrollar los distintos actos, el ánimo y la ilusión de
sus legionarios perdura inalterable.
En \"el 20 de Septiembre\" se celebra en todos los
Acuartelamientos de La Legión un Acto Oficial en el que
destaca principalmente la parada militar, la cual, no
difiere mucho de los Sábados Legionarios que se celebran
durante todo el año en recuerdo de los caídos por España en
las filas de La Legión, salvo en la afluencia de público,
mayor presencia de autoridades civiles y militares, y en el
discurso de nuestro Coronel que, como así ha de ser,
finalmente se convierte en una arenga al más puro estilo
legionario. En este acto militar, presidido por la más
absoluta marcialidad castrense propia de La Legión, destaca
por su emotividad el acto en recuerdo a los caídos de La
Legión, acto en el cual los símbolos representativos de
todas las Unidades de los Tercios, sus Guiones y Banderines,
se desplazan hacia el monolito, lugar en el que espera ya
entronizado nuestro Cristo de la Buena Muerte, a paso lento
y a los acordes de \"El Novio de la Muerte\" cantado
sentidamente, no ya sólo por los allí formados, sino también
por todos los asistentes al acto. Una vez allí, se entona el
Toque de Oración como muestra de máximo respeto a nuestros
muertos. Posteriormente, finalizado el acto militar, se
celebra el tradicional Vino Español donde en actitud más
distendida se afianzan los lazos de unión entre todos los
asistentes que inquietamente esperan el momento en que les
llenen los vasos de la típica \"leche pantera\" y así poder
cumplir con el famoso Brindis Legionario que da fin a los
actos oficiales.
Pero este acto oficial es el colofón a una semana de
actividades dirigidas al disfrute de los legionarios, que en
definitiva son los verdaderos protagonistas del aniversario,
aunque si bien es cierto, este disfrute no está exento del
sacrificio, compensado eso sí por la satisfacción del deber
cumplido. Estas actividades se podrían englobar en dos
grupos principalmente, las deportivas y las lúdico-festivas.
Entre las primeras nos encontramos con todo tipo de
competiciones, unas exclusivamente militares donde se
demuestra el grado de preparación militar de los legionarios
participantes como pueden ser patrullas de tiro, tiro de
arma larga, tiro de arma corta, concurso de patrullas, etc.,
y otras no militares como torneos de fútbol, baloncesto,
balonmano, etc., donde entra en juego el orgullo de la
compañía a la cual cada uno pertenece. De las actividades
lúdico-festivas caben destacar todas aquellas que tienen
como lugar de desarrollo la famosa \"caseta\". Estas
actividades tienen la sana ambición de unir en un mismo
sitio y a la misma hora a todos los compañeros legionarios
que durante el año de trabajo, salvo contadas excepciones,
no han podido coincidir para de forma distendida compartir
momentos de diversión y de asueto. El modo en que se
desarrollan dichas actividades es tan variado como casetas
son las que se instalan, por lo que para no extenderme en
demasía no creo mejor forma de explicarlo que invitando a
todos los lectores a asistir cualquier día a nuestras
casetas donde serán bien recibidos, participarán del
espíritu de compañerismo que allí se respira y, como no,
juntos \"hacer legión\".
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