Si bien la jornada sabatina ha
estado un tanto cargada de noticias políticas entre las de
mayor calado del día, éstas han sido a modo de resaca tras
el volúmen de información generado en torno a los dos
asuntos de mayor relevancia semanal: la financiación
sanitaria y la subida de los billetes en Trasmediterránea.
Esta es la causa por la que nos ha llamado poderosamente la
atención la denuncia, vía telefónica, de una ciudadana
acerca de expolios y daños con los que habitualmente se topa
en su visita al camposanto cristiano ceutí.
El requerimiento, corroborado por nuestros redactores, deja
un panorama desalentador cuando -nos cuentan- que los robos
y los daños en lápidas y demás exornos son una práctica
habitual en Santa Catalina. Se denuncia una falta de
vigilancia en horas nocturnas, las que aprovechan los
autores de estas tropelías, que impida que sucedan estos
lamentables hechos. Denuncian los trabajadores del
cementerio que sospechan que los autores -ya indican que no
es obra de una sola persona- son indocumentados que
aprovechan la noche para salir de los escondites cercanos y
que proliferan por los alrededores para hacerse con un
‘preciado’ botín al objeto de poder vender como chatarra al
otro lado de la frontera. Impresionante testimonio el de
alguno de los damnificados quienes han comprobado como,
incluso, les han sido arrancado los marcos donde se hallan
las fotos de los finados... y hasta crucifijos. Las flores y
los floreros son ya habituales sus desapariciones.
Llama la atención la falta clamorosa de respeto hacia los
muertos. Llama la atención que estos hechos sucedan -según
nos denuncian los usuarios- tan habitualmente.
No debe ser ésta una situación que, ante su aparente
dejadez, se convierta en un hábito por los amantes de lo
ajeno quienes ya demuestran una falta absoluta de
escrúpulos. Ahí queda la denuncia ciudadana que compartimos,
sin duda alguna. No puede permitirse que se expolie el lugar
de descanso de nuestros muertos.
|