Después de que un colectivo de veterinarios local denunciara
la existencia de venenos letales para los perros repartidos
por varias zonas de la urbe, la Ciudad ha decidido tomar
cartas en el asunto. Así, el pasado jueves responsables de
la Consejería de Sanidad y Bienestar Social mantuvieron un
encuentro con veterinarios privados de establecimientos
clínicos de Ceuta, así como con responsables de la
Asociación Protectora de Animales y Plantas y del servicio
de Seprona de la Guardia Civil con el objeto de crear y
coordinar un grupo de trabajo que investigue los posibles
casos de intoxicación de animales de compañía que se han
registrado en los últimos meses.
Los primeros envenenamientos tuvieron lugar durante el
pasado mayo, cuando varios canes resultaron intoxicados por
una sustancia aún por determinar. El resultado ha sido que
más de una docena de perros se han visto afectados por estas
toxinas, de los cuales, más de una decena perecieron como
consecuencia de la ingestión del veneno.
Primeros pasos
Los veterinarios llevan meses investigando por su cuenta
cuál podría ser la causa de la intoxicación de los animales,
por lo que barajan los posibles venenos que han encontrado
esparcidos en diferentes zonas de la urbe como causa directa
de los envenenamientos. Así, desde que se registraron los
primeros casos, el colectivo de profesionales de medicina
animal ha estado enviando muestras tanto de los restos de
los animales muertos, como de las posibles sustancias
tóxicas halladas a un laboratorio de Barcelona. Unos
análisis cuyo coste ha asumido el colectivo por ser una
iniciativa privada.
Una vez dado a conocer el caso a la opinión pública a través
de los medios de comunicación y de la recogida de firmas
para que la Ciudad iniciara una investigación para
desenmarañar el asunto, la Consejería de Sanidad y Bienestar
Social ha decidido dar el paso de poner en común los
conocimientos que ambas partes tienen sobre el tema. Sin
embargo, desde la entidad se asegura que, hasta el momento,
no se han recibido denuncias oficiales en la Comandancia de
la Guardia Civil o en la Consejería de Sanidad para la
apertura de una investigación en la Ciudad Autónoma.
No obstante, ante las especulaciones, el grupo de trabajo
que aúna a ambas partes va a proceder al diseño de un
protocolo de actuación veterinaria de urgencia con el envío
de muestras para análisis toxicológicos. Con estas pruebas
se determinaría si realmente existe envenenamiento de los
animales por ingestión de productos no autorizados.
Finalmente, desde la Consejería se ha asegurado que el grupo
de trabajo se reunirá de forma periódica para informar
acerca de las actuaciones realizadas, así como de todos los
resultados concluyentes que sean obtenidos para el
esclarecimiento de estos hechos.
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