El delegado del gobierno en la
Ciudad Autónoma de Ceuta anunció oficialmente, y tal como
prometió que intentaría por todos los medios, la vuelta a la
intercambiabilidad en la línea del Estrecho y que,
reconoció, fue una decisión de las propias navieras
alentadas desde la propia Delegación y desde el Ministerio
de Fomento.
De hecho todo indica a que el acuerdo alcanzado pasará sin
muchos problemas el análisis del Tribunal de la Competencia
por lo que la situación tenderá a definitiva desde el
momento en que la intercambiabilidad se realizará bajo unos
parámetros concretos y distintos -en teoría- a las ofertas
que, individualmente, puedan realizar las compañías en
cuestión para que el usuario elija la naviera.
Se trataría, no obstante, de dos posibilidades para el
usuario que incidiría en una política de precios “a la
baja”, dijo el delegado para captar clientes.
En definitiva se trata de una excelente noticia que implica
una mayor comodidad para el usuario que debe festejar de un
modo agridulce la información desde el momento en que se ha
anunciado el aumento de las tarifas en la línea tanto para
residentes como para no residentes. Hecho éste criticado por
las instituciones que la califican como de “una mala noticia
para Ceuta”. En concreto, el representante del Estado en la
Ciudad Autónoma reflexionó en alto sobre si una subida del
crudo justificaba una subida de tal calibre en el precio
final del billete. En todo caso, tanto al delegado como a
los ceutíes y ususarios, el incremento del pasaje le ha
parecido “excesivo”.
El Gobierno de la Nación se ha comprometido públicamente, a
través del representante estatal, a modificar ciertos
parámetros en la muy próxima concesión de subvención a la
línea marítima del Estrecho, hoy en día a favor de
Trasmediterránea. Para ese momento, se exigirá a los que
concursen por la adjudicación del servicio público, un
precio asequible a los ceutíes en contraprestación por la
recepción de los fondos estatales. Una gran idea. |