El Programa Universitario para personas mayores comenzará a
funcionar en el mes de octubre y, desde hoy, está abierto el
plazo de matriculación. La iniciativa se puso en marcha por
primera vez el año pasado mediante un convenio que firmó la
Ciudad con la Universidad de Granada. Para poder acceder a
este Aula Permanente de Formación Abierta no hace falta
tener estudios universitarios, sino haber cumplido, al
menos, 50 años.
El pasado año, las clases estaban formadas por un total de
30 alumnos que, en esta nueva edición, pasarán al segundo
curso. “Durante el curso pasado dimos dos asignaturas
troncales y cuatro optativas y los alumnos aprendieron mucho
y sin muchos nervios porque no hacía falta hacer exámenes”,
explica Gloria Rosado, la responsable del programa. Desde la
Consejería de Educación esperan que este año aumente el
número de matriculaciones con respecto al curso pasado para
seguir avanzando y ampliar la oferta académica.
Las clases se dieron en el curso pasado en el salón de actos
de las Murallas Reales pero, en esta ocasión, al tener dos
cursos, los de primero darán sus asignaturas troncales en la
facultad de Humanidades y las optativas las recibirán con
los de segundo. Las clases tendrán lugar de lunes a jueves
entre las cinco y media y las siete y media. Los alumnos
aseguran que la experiencia de asistir a clase después de
tantos años es “muy positiva” ya que se relacionan con
nuevas personas y les sirve para entablar nuevas amistades.
La iniciativa llegó a Ceuta por primera vez el año pasado
pero es una apuesta que en muchas ciudades llevan ya años
realizándose. “Hubo una reunión en Melilla de varias Aulas
de Formación Permanente y acordaron que en las dos ciudades
autónomas se pusiera en marcha este programa”, señala Gloria
Rosado.
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Alumnos con inquietudes culturales
Los alumnos que asisten a estas
clases de la Universidad de Granada para mayores son
personas con cierta inquietud cultural que tiene interés por
seguir aprendiendo pese a tener más edad de la habitual para
asistir a clase. En muchos casos son amas de casa con tiempo
para dedicarse a otras labores. “·Todos están muy contentos
porque no solo están aprendiendo sino que, además, quedan
para charlar, tomar un café y verse fuera del horario
habitual de clase. Incluso los del año pasado organizaron un
viaje a Malilla”, indica Gloria Rosado, la responsable del
programa.
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