Decía un famoso escritor que “el secreto de la felicidad no
es hacer siempre lo que se quiere sino querer siempre lo que
se hace”. Y parece una frase muy adecuada para el entrenador
Carlos Terrazas Sánchez, un hombre con casi 30 años de
experiencia en los banquillos, al que le apasiona el fútbol
y que esta noche se sentará una vez más en un banquillo a
ras de césped. Esta vez, al frente de la Sociedad Deportiva
Éibar, un equipo que ha ido creciendo y que se ha
consolidado entre los mejores de la Segunda División A.
Terrazas, que hasta mediados de junio fue el máximo
responsable técnico de la Asociación Deportiva Ceuta,
recuerda con cariño su etapa de 12 meses por tierras
norteafricanas.
Para Carlos Terrazas, regresar al Murube esta noche supone
“una enorme satisfacción. La verdad es que cuando me dijeron
que nos había tocado el Ceuta en Copa del Rey sentí una gran
alegría porque tenía muchas ganas de volver. Conozco a mucha
gente, la etapa en el Ceuta fue una experiencia muy buena
para mí y verdaderamente estuve muy a gusto por allí, me
agradó la ciudad, me atrajo la gente y recuerdo con cariño a
los caballas, por supuesto”.
Carlos Terrazas reconoce que se ha adaptado muy rápidamente
a la ciudad eibarresa, próxima a su querida Bilbao, y apunta
que no olvida su etapa en la Asociación Deportiva Ceuta, a
la vez que reconoce que tampoco todos los momentos fueron
buenos: “El fútbol, como deporte de competición que es,
también te deja recuerdos poco gratos, que son las derrotas.
Para un entrenador lo más desagradable es caer derrotado.
Sin embargo, creo que la temporada en lo deportivo también
fue buena. En especial, ese partido en Algeciras, que servía
para entrar ya en las eliminatorias de ascenso. Ahí el
equipo estuvo muy bien y derrotó a su rival con autoridad
por un gol a dos. Era uno de los partidos más importantes de
la temporada y lo sacamos adelante. En casa, no recuerdo
especialmente ninguno, pero sí es verdad que se pueden
contabilizar varios encuentros en los que el equipo estuvo a
un excelente nivel, como precisamente también aquel
encuentro tan emocionante contra el Algeciras con victoria
por la mínima en la primera vuelta”.
“Fue una buena temporada”
El ahora técnico del Éibar quiere que desde Ceuta se analice
la pasada campaña con “perspectiva”. Para el entrenador
bilbaíno, “el año fue bueno porque hacía dos temporadas que
el equipo no había entrado en liguilla. Empezamos el trabajo
con muchas ganas, con enorme ilusión y poco a poco se fue
consolidando un buen bloque y en una visión general de la
temporada puede decirse que fue buena”. Terrazas elogió el
trabajo de sus antiguos jugadores y dijo a la vez que “el
equipo siempre estuvo arriba y aspirando a lo máximo, con la
afición al fútbol de Ceuta volcada con el equipo”.
Terrazas considera que el actual Ceuta será un rival muy
complicado. Para el entrenador vasco, “está claro que el
Ceuta va a seguir aspirando a estar arriba. Tiene una gran
plantilla, que con el tiempo lo lógico es que vaya para
arriba y que poco a poco vaya situándose en la zona alta de
la tabla”. Asimismo, Terrazas elude hacer comparaciones con
los resultados del Ceuta de la temporada pasada y del equipo
actual y confesó que “las circunstancias son siempre
distintas en todos los equipos al iniciarse una nueva
temporada y las comparaciones ahora no sirven para mucho. Lo
que sí está claro es que tanto para el Éibar como para el
Ceuta la eliminatoria es muy atractiva y permitirá al
vencedor tener la oportunidad de jugar ante un equipo de
Primera División”.
Terrazas reconoció que el partido en Ceuta será complicado.
El míster vasco matizó que “el Éibar va a contar con el
hándicap de no tener a favor el factor campo y además el
viaje es muy largo. Después de jugar en Ceuta tendremos que
viajar a Tarragona para un partido muy importante en Liga.
Es una situación desfavorable con la que se encuentra la
mayoría de equipos que en esta eliminatoria tienen que
viajar. El criterio de proximidad de Copa no es coherente.
En la primera eliminatoria afrontamos un viaje muy largo
para jugar contra el Levante, un equipo recién descendido de
Primera División”.
Cuando se conoció que el rival del Ceuta en la Copa del Rey
sería el Éibar, las caras de los aficionados reflejaban un
sentimiento de contrariedad. Por un lado, siempre es
llamativo ver al entrenador local de la temporada pasada
sentado en el banquillo de equipo visitante. Por otro lado,
es normal que surja desasosiego al pensar que el Éibar es
uno de los rivales más comprometidos que había en el bombo
del sorteo.
Pero en tierras vascas tampoco ha caído muy bien la
designación del equipo caballa porque el Ceuta se presenta
como uno de los rivales de Segunda División B más
complicados antes de optar a que visite Ipurúa un equipo de
Primera División.
Para el míster del Éibar, Carlos Terrazas, “la Copa del Rey
viene bien a los equipos porque es principio de temporada.
Todavía los equipos no están muy desgastados y el rodaje es
beneficioso. Quizá para un Segunda B no sea tan beneficioso
si se empieza a avanzar en eliminatorias porque las
plantillas son más reducidas. En Segunda A es distinto
porque se puede tener a 25 jugadores, pero insisto en que
ahora lo peor pueden ser los viajes”. En cuanto a si ha
pensado en algún rival en el caso de eliminar al Ceuta,
Terrazas apuntó de forma tajante que “lo único que ahora nos
importa es hacer un buen partido en Ceuta, sacar la
eliminatoria adelante y después pensar en la Liga para
posteriormente centrarnos de nuevo en la Copa, en caso de
pasar, y afrontar con ganas un partido que podría ser frente
a un Primera en nuestro campo a un partido”.
“No he conseguido eliminar a un Primera”
Y es que Terrazas tiene una espina clavada, una asignatura
pendiente en su carrera como entrenador y es que todavía en
Copa del Rey no ha conseguido eliminar a ningún equipo de
Primera División.
Para afrontar ese reto, todavía tendrá como mínimo que ganar
en el Alfonso Murube, a un Ceuta que contará con el apoyo
incondicional de su afición, una hinchada a la que Terrazas
elogia con amplitud: “Nunca he percibido ningún detractor
entre la afición del Ceuta. Siempre he tenido la sensación
de que la afición estaba con el equipo, ayudando y
empujando. Me parece una afición ejemplar y tengo enormes
ganas de regresar a Ceuta y de entrar en el Alfonso Murube”.
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