La inmigración irregular de menores a la Ciudad Autónoma
desde los países del Magreb ha experimentado un notable
crecimiento en la primera quincena del mes, aumento cifrado
en el 15 por ciento y que ha despertado la preocupación en
el Área de Menores del Ejecutivo ceutí, ya que las
infraestructuras con las que cuenta la ciudad no están
preparadas para hacer frente a un ritmo de crecimiento de
estas características.
“La situación no es alarmante, pero nos ha llamado la
atención el dato porque son chavales que vienen a quedarse”,
advierte el director del Área de Menores, Miguel Fábrega.
Después de varios meses en los que se registró una tendencia
a la baja, la Ciudad ha pasado de dar acogida a 38 menores
habituales a un total de 45 en menos de un mes. Pese a que
no se trata de un estado de urgencia, los responsables
ceutíes no dudan en reivindicar medidas que palien la
entrada de menores irregulares y faciliten los procesos de
repatriación que se siguen actualmente.
Repatriación
La creación de hogares de acogida en los países de origen es
una de las potenciales soluciones más reiteradas por las
autoridades en materia de Menores de la Ciudad Autónoma.
Así, Fábrega estima que repatriar a los jóvenes inmigrantes
a este tipo de centros ubicados en sus propios países
desplazaría la responsabilidad de encontrar a las familias a
la administración del estado en cuestión. “Mientras no se
tomen soluciones como ésta, los consulados de España en los
países de origen seguirán acumulando expedientes de
repatriación sin ningún tipo de respuesta”, afirma Miguel
Fábrega. Este sistema estaría en consonancia con las
reagrupaciones familiares por las que apuesta la política
del Gobierno central y para la cual ha de solicitar el
trabajo complementario de las autoridades de los países de
procedencia de cada menor.
Otra de las propuestas barajadas por la Ciudad Autónoma es
favorecer la intervención de Organizaciones No
Gubernamentales (ONG) dedicadas a la repatriación, tarea a
la que se dedican algunos organismos que, en la mayor parte
de las ocasiones, no encuentran la colaboración necesaria en
las administraciones de los países del Magreb.
En este sentido, la Fiscalía General del Estado también se
pronunció en su informe de 2004 exponiendo la necesidad de
poner en marcha "de manera eficaz" el previsto Registro
Central de Menores Extranjeros en situación de desamparo,
así como exigiendo nuevas medidas de repatriación dado que
las utilizadas actualmente “siguen siendo ineficaces” para
ello.
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