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Si bien la vuelta al colegio trae
consigo, de momento, un importante desembolso económico en
libros y material escolar (en Andalucía los libros de texto
son gratuitos), el retorno de nuestros niños a la ‘escuela’
lleva aparejado el objetivo institucional de alcanzar las
cuotas de éxito en el desempeño de la siempre loable tarea
de enseñar.
El llamado ‘fracaso escolar’, demasiado alto en Ceuta, en
función de las cifras anuales en las que alumnos ceutíes no
consiguen promocionar a un siguiente nivel, es el gran
‘caballo de batalla’ de la dirección provincial del MEC en
nuestra Ciudad Autónoma. Los problemas de comprensión -en el
aula- en niños que no ‘dominan’ el castellano es
relativamente alto como para que las instituciones hagan
verdadero hincapié en este concreto hecho. Medidas de
refuerzo para estos pequeños y un tratamiento adecuado,
decidido y básico en estos jóvenes, unido a un entorno
familiar que propicie el hábito al estudio desde la más
tierna infancia, harán que en el futuro los niveles de
absentismo y fracaso escolar bajen considerablemente.
La actual idiosincrasia de Ceuta deja entreabiertas
numerosas posibilidades de futuro, lo cuál no debe ser óbice
para que todos los sectores implicados realicen un esfuerzo
común en la tarea de fomentar un mayor nivel cultural entre
nuestros jóvenes, lo que traería como consecuencia una
población adulta más preparada y capaz de afrontar retos
desde el poder que ofrece el conocimiento. Ese es uno de los
mejores legados y, obviamente, la mayor apuesta de futuro
que, en estos momentos, puede hacerse al objeto de preparar
a estas generaciones en crecimiento en la alta competencia
laboral venidera.
Los trabajos de coordinación y gestión de la dirección
provincial del MEC se encaminan en este sentido. El éxito de
los mismos dependen también de numerosos factores que,
necesariamente, han de estar bien definidos, planteados y
desarrollados.
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OPINIÓN / EDITORIAL
