El Éibar sigue sin ganar, pero al menos sumó el pasado fin
de semana su primer punto. Los de Terrazas llegarán a Ceuta
con excesivas urgencias. El tibio empate ante el Albacete se
fraguó a través de un partido muy disputado, según recoge la
crónica del diario Marca y en el que las mejores ocasiones
cayeron del lado local ante un Albacete que sólo en el tramo
final dio la sensación de querer llevarse el triunfo.
Los dos equipos afrontaron el encuentro presionados por las
dos derrotas encajadas en el arranque liguero y, aunque los
primeros minutos fueron de tanteo, muy pronto el Éibar se
hizo con las riendas del juego gracias a su mayor empuje en
el centro del campo.
Nené, de los mejores
El ex caballa Nené, por dos ocasiones, tuvo en sus botas el
gol, y Lezaun, con un cabezazo a quemarropa que Sanzol
desvió a córner en una gran intervención, pudieron adelantar
en el marcador al cuadro guipuzcoano, que llegada la media
hora tuvo otra buena ocasión en un remate de Jaime.
El equipo de César Ferrando se limitaba a defender con
dificultad y Mario Bermejo se fajaba en vano con los
defensores armeros. Sin embargo, en una acción aislada Parri
aprovechó el carril derecho para adentrarse en el área
eibarresa y cruzar el balón al fondo de la red. Aún en la
acción siguiente al gol manchego Álvaro tuvo en sus botas la
opción de ampliar la renta visitante, pero Imanol Etxeberria
despejó con apuros por encima del larguero.
El Éibar, pese a todo, no se desmoronó y su perseverancia le
permitió empatar ya en tiempo de prolongación gracias a un
penalti sobre Borrell que Alaña transformó con seguridad. La
segunda mitad discurrió de inicio por los mismos derroteros,
con el equipo de Carlos Terrazas volcado en ataque ante un
adversario maniatado por la constante presión a que fue
sometido y que casi nunca le inquietó.
Con la entrada en juego de Aranda, el Albacete buscó con
mayor decisión la portería de Imanol Etxeberria, pero sin
generar oportunidad alguna, y tan sólo las acciones de
estrategia pudieron decantar de uno u otro lado un encuentro
que concluyó con empate y que sigue dejando al Éibar en
puestos de descenso a Segunda División B, algo ya poco usual
en ese equipo.
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