EL CREDO LEGIONARIO, todo un ejemplo de actitud militar y
civil ante la vida se basa en el espíritu que Millán Astray
quiso inculcar a sus hombres. Se inspiró en el Bushido,
código espiritual de los samurais escrito por el profesor
tonkinés Inazo Nitobe y lo tradujo y publicó en 1941, cuando
ya había apoyado gran parte de sus lecciones morales a los
cadetes y el esquema de su Credo legionario, un idealismo
lleno de fantasías románticas con la muerte como novia y
reflexiones de corte modernista.
ESPIRÍTU DEL LEGIONARIO
“Es único y sin igual. Es de ciega y feroz acometividad. De
buscar siempre acortar la distancia con el enemigo y llegar
a la bayoneta”
La combatividad y el valor son necesarios en el soldado, con
más razón, si cabe, en el legionario. A la bayoneta o con el
mas moderno de los medios de combate, no se puede perder el
espíritu ofensivo y para ello hay que \"...acortar
distancias...\" ya en la trinchera, ya en la garita en
Bosnia o Kosovo bajo el fuego de las partes.
ESPÍRITU DEL COMPAÑERISMO.
“Con el sagrado juramento de no abandonar jamás un hombre en
el campo de batalla hasta perecer todos”
Exaltación del compañerismo, el legionario sabe que puede
arriesgar, que no quedará abandonado.
A este artículo se le ha tachado de inconsciencia,
\"...hasta perecer todos...\". En cerca de un siglo de
historia legionaria, jamás ha existido el sacrificio
colectivo de una unidad, pero si que se ha puesto caro al
enemigo la captura de legionarios heridos o aislados.
ESPÍRITU DE AMISTAD
“De juramento entre cada dos hombres”
El binomio en el combate es fundamental; uno vigila, el otro
descansa; uno protege, el otro avanza..., sin confianza
mutua no hay binomio posible.
ESPÍRITU DE UNIÓN Y SOCORRO
“A la voz ‘A mí la Legión’, sea a donde sea, ecudirán todos
y, con razón o sin ella, defenderán al legionario que pida
auxilio”
Una unidad militar cohesionada es más eficaz. El fracaso de
unidades en la batalla ha sido consecuencia, en multitud de
ocasiones, de la falta de unión de sus componentes.
Compañerismo y amistad persiguen esa unión, ese
hermanamiento y aquí es donde encuentra su lugar este
polémico Espíritu.
Acaso si vemos a nuestro hermano en dificultades, ¿nos
convertimos en jueces de su conducta?, o por el contrario
hacemos lo posible por ayudarle.
Es cierto que este artículo ha sido esgrimido para
justificar fechorías que La Legión repudia, porque este
espíritu habla de auxilio, nunca de venganza.
Pero es cierto que, en ese auxilio inmediato, se puede
infringir alguna norma. ¡Ahí esta su grandeza!, se auxilia
aún a riesgo de ser sancionado o recriminado por esa acción,
sin pretender indulgencias.
Lo hemos aceptado como se acepta el riesgo a morir ahogado
al salvar a un naufrago.
En la Legión, este auxilio y ayuda se extiende a la viuda y
el huérfano; al antiguo legionario cuya vida se tuerce.
El Credo Legionario que encirra el espíritu de La Legión
española, estuvo a punto de suprimirse, tocando su ‘esencia’
ESPÍRITU DE MARCHA
“Jamás un legionario dirá que está cansado hasta caer
reventado: será el cuerpo más veloz y resistente”
Una vez mas, se alienta a la superación, en este caso física
y mental.
En los grandes esfuerzos, la mente traiciona al cuerpo,
obligándole a detenerse mucho antes de llegar al máximo
rendimiento. Bien lo saben los deportistas que se educan en
el autocontrol. Si admiramos a un corredor de maratón, que
entra en meta desfallecido; no impidamos al legionario que
se supere en su instrucción diaria.
ESPÍRITU DE SUFRIMIENTO Y DUREZA
“No se quejará de fatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de
sed, ni de sueño. Hará todos los trabajos, cavará,
arrastrará cañones, carros, estará destacado, hará convoyes,
trabajará en lo que le manden”
Sacrificio, en tantas ocasiones necesario para obtener los
objetivos ansiados.
El Legionario debe ser ejemplo de ese sacrificio,
precisamente en aquellos aspectos en que el combate es más
cruel: La fatiga, el dolor, el hambre, la sed y el sueño.
Hoy no se arrastran cañones y carros...¡que importancia
tiene! si lo que se alienta es al trabajo, sea manejando un
radar, sea auxiliando a refugiados.
ESPÍRITU DE ACUDIR AL FUEGO
“La legión, desde el hombre solo, hasta la Legión entera,
acudirá siempre donde oiga fuego, de día, de noche, siempre,
siempre, aunque no tenga orden para ello”
De nuevo la acometividad como objetivo. No rehuir el
combate, ni excusándose por \"...no tener ordenes...\".
Cuantas batallas se han perdido por \"no tener ordenes\".
Las ordenes vienen implícitas en la misión, y no es
necesario recibirlas directamente para actuar.
En el combate, las grandes distancias entre unidades, la
vulnerabilidad de los medios de enlace y el ser los órganos
de mando objetivos prioritarios, hacen más frecuente las
situaciones de aislamiento, donde la iniciativa ha de tomar
su puesto y aquí es donde este espíritu cobra su verdadero
valor.
ESPÍRITU DE DISCIPLINA
“Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir”
Columna vertebral de un Ejército, en la Legión debe cobrar
su máxima expresión, con el sacrificio de la propia vida, si
fuera necesario, como reza el juramento a la Bandera.
No podemos olvidar que muchas ordenes entrañaran,
precisamente, el riesgo de lo más sagrado, la propia vida.
Acompañamos una pequeña reflexión de Miguel Ballenilla en
cada uno de los puntos del Credo en el que Millán Astray
resumió los valores del caballero legionario
ESPÍRITU DE COMBATE
“La Legión pedirá siempre, siempre combatir, sin turno, sin
contar los días, ni los meses, ni los años”
La Legión se creo para ocupar el puesto de las demás
unidades, preservarlas del combate, y cumplir la misión dure
lo que dure, sin esperar relevo.
Hoy, en paz, no hay obsesión por el horario, ni por el
descanso, lo importante es el trabajo bien hecho.
ESPÍRITU DE LA MUERTE
“El morir en el combate es el mayor honor. No se muere más
que una vez. La muerte llega sin dolor y el morir no es tan
horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un
cobarde”
La vida es hermosa, y la muerte para defenderla también.
Por eso no hay que ver en la muerte un final si esta llega
en lucha por unos ideales.
Esta es la muerte que llega sin dolor y que no es tan
horrible. Lo horrible es vivir traicionando esos ideales.
LA BANDERA DE LA LEGIÓN
“Es la más gloriosa, porque está teñida con la sangre de sus
legionarios”
El respeto y admiración hacia los que supieron morir por un
ideal, está reflejado en la Bandera.
El legionario encuentra en ella el respeto a los que le
precedieron en el sacrificio.
TODOS LOS HOMBRES LEGIONARIOS
“Son bravos; cada misión tiene fama de bravura; aquí es
preciso demostrar qué pueblo es el más valiente”
De nuevo el espíritu de superación, no vale lo que se dice,
sino lo que se hace.
Los hechos deben hablar por nosotros.
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