Puerto de Ceuta, 15’00 horas de ayer. El atasco en el acceso
al embarque no augura nada bueno. Los vehículos van llegando
cadenciosamente para la salida del ‘Alborán’ prevista para
las 15’30 horas. La fila de automóviles va alcanzando el
acceso desde Cañonero Dato hacia el desvío del embarque. Las
protestas se multiplican al no haber información sobre el
retraso y por la inmovilidad de los vehículos cuando las
agujas del reloj llegan a alcanzar las tres y media de la
tarde, la hora prevista para la salida del ferry.
Con 115 vehículos en la bodega, pese a contar con una
reserva de billetes fijada y cerrada de 145 automóviles y
878 pasajeros, el capitán ordena el cierre de compuertas y
la salida del buque, con retraso, por cierto. Unos treinta
vehículos con más de un centenar de personas en su interior
y con billetes, igualmente cerrados, se quedan en tierra.
El parte de embarque confirma que el ferry está completo ya
que hasta las 15’35 horas han embarcado 96 personas en clase
Club; 782 en clase Turista y 115 vehículos en bodega.
Las protestas en el pre embarque aumentan y las
reclamaciones comienzan a rellenarse. “No hay derecho. Esto
no se hace con los ceutíes. Para la OPE con los marroquíes
todo son facilidades y previsión, mientras que para la
salida de un puente como este, la desorganización y la
apatía de Trasmediterránea es manifiesta. ¿No es la naviera
a la que el Estado le abona una cantidad millonaria por
mantener el servicio?”, las quejas de los afectados muestran
su lado más agrio. Los ususarios plasmaron sus protestas en
numerosas hojas de reclamación.
Mientras, los afectados-ya eran las 16’00 horas- apuraban
los minutos e intentaban sacar un nuevo billete para el
siguiente buque, esta vez de Euroferry. La ruptura de la
intercambiabilidad juega aquí una mala pasada, aunque la
naviera asume la situación y embarca a los damnificados pese
al retraso que le conllevó la salida prevista para las 16’45
horas.
Duplicidad de tickets
Trasmediterránea ha podido sufrir lo que padeció en sus
carnes Buquebús cuando se duplicaron artificialmente decenas
de tickets de confirmación. Esa es al menos la sospecha que
se mantiene desde la naviera.
El coordinador de embarque de Trasmediterránea, Luis Cayuela
confirmaba a este medio que al encontrarse el ‘Alborán’ con
su carga máxima, no pudo permitirse la entrada de más
vehículos y pasajeros, pese a que, de modo, increíble los
que quedaron en tierra disponían de billetes perfectamente
cerrados y confirmados con sus tickets emitidos desde las
distintas agencias de viaje.
Todo apunta a que el pasaje de a pie fue más elevado del
previsto y éstos presentaron confirmación de hora, lo que
produjo el tan desafortunado ‘overbooking’ al darse la
circunstancia de que a Trasmediterránea se le ‘colaron’ casi
un centenar de personas quienes -supuestamente- habrían
manipulado el boleto anexo a la emisión del billete por la
agencia y que ofrece garantías de la hora prevista de
salida.
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