El Batallón de Transmisiones XVII de Ceuta celebró ayer el
noveno aniversario de su constitución en unidad
independiente ya que fue entonces cuando tuvo lugar la
separación del Regimiento de Ingenieros VII. Este batallón
pertenece orgánicamente a la Comandancia General de Ceuta (COMGE)
y su función es la de proporcionar las transmisiones al
Comandante General de la Ciudad Autónoma, su cuartel
general, y apoyar a las demás unidades de la COMGE.
El acto de celebración tuvo lugar en la Plaza de Armas
“Comandante Sanjurjo” del acuartelamiento Coronel Fiscer,
sede del BT XVII. Este recinto debe su nombre al Coronel
Benigno Fiscer Torrero y la mayor parte de sus instalaciones
fueron construidas a finales de los años 40. Tras la
independencia de Marruecos, el acuartelamiento fue ocupado
por el Grupo de Regulares de Larache nº1 hasta que, en 1998,
se ubicó allí el Batallón de Transmisiones, constituido en
unidad independiente desde el 23 de octubre de 1996.
En la parada que tuvo lugar ayer participaron la Escuadra de
Gastadores del BT XVII, la Banda de Guerra de Ingenieros, la
Unidad de Música de la Comandancia General y dos compañías
del Batallón de Transmisiones XVII.
Los soldados pertenecientes a esta unidad del Ejército
tienen la responsabilidad de establecer, operar y mantener
el sistema de información y comunicación (CIS). Su período
de formación básica comienza en la Academia de Ingenieros
del Ejército, en la localidad madrileña de Hoyo de
Manzanares. Los pertenecientes a las distintas ramas del
Cuerpo de Especialistas realizan el período básico de
formación y la especialidad correspondiente durante nueve
meses en Calatayud, Zaragoza. Por último, una vez
incorporados al Batallón, los especialistas son destinados a
los talleres y dependencias correspondientes y comienzan la
formación específica de sus puestos.
El acto celebrado ayer estuvo encabezado por el capitán jefe
accidental del Batallón de Transmisiones XVII, Sergio Pastor
Iborra, que leyó un breve discurso en el que hizo un repaso
a la historia del BT XVII y felicitó a los militares que
iban a ser condecorados a la vez que les recordaba que, en
esta unidad ubicada en Ceuta, “no hay cabida para la
vacilación, la indecisión ni la duda”. El capitán jefe
accidental también tuvo unas palabras de gratitud para la
labor que desarrollan los dieciséis miembros de la unidad
que participan en la operación ‘Charlie Sierra’ y que están
desplazados en Bosnia, dentro del contingente ‘Ciudad de
Ceuta’, y también para quienes colaboran en las tareas de
apoyo a los cuerpos de seguridad del Estado en el perímetro
fronterizo que separa Ceuta de Marruecos. Tras el discurso,
tuvo lugar la imposición de las condecoraciones a nueve
miembros del Batallón de Transmisiones XVII. Éstas fueron
impuestas con el beneplácito de Su Majestad, Juan Carlos I,
a aquellos que más destacaron por “su constancia y tesón en
el desempeño de su servicio”.
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