Las botas de los jugadores de la AD Ceuta están tan torcidas
como la trayectoria del equipo caballa en el grupo IV de
Segunda División B, donde ha bajado un puesto en la tabla
-decimocuarto con diez puntos- tras el empate sin goles
(0-0) cosechado ayer ante el Sevilla B. Los de Ramón María
Calderé, una vez más, llevaron el peso del partido, pero
fueron incapaces de cogerle el toque al balón y marraron una
tras otra las pocas o muchas ocasiones que se les
presentaron sobre el maltrecho césped del Alfonso Murube,
que a partir de hoy será resembrado. Y es que el conjunto
blanco, que con seis dianas comparte el dudoso privilegio
junto al Badajoz y al Villanueva de ser el más inofensivo de
la categoría, necesita un ‘9’ de urgencia.
El técnico catalán sentó en el banco a Sergio Molina y lo
intentó con Prieto, autor de los dos goles de la victoria
ante el Marbella (2-0), para acompañar en la dupla de ataque
a Moisés, pero no estuvo a la altura. Tampoco acertaron
Anthony ni Molina, que entraron en el segundo tiempo. Y es
que los pistoleros caballas, más que andar con la pólvora
mojada, están disparando con cartucho de plomillo.
Menos mal que la consistencia defensiva del cuadro caballa
siguió rayando a un gran nivel y, pese a las acometidas de
Moreno y a las rápidas contras nervionenses, mantuvo
inexpugnable la puerta de Basauri, que sólo ha recibido un
gol en los cinco últimos partidos, en los que el Ceuta se ha
embolsado un triunfo y cuatro empates. Sin embargo, le fue
imposible derribar al vigente campeón de la fase regular, un
Sevilla B que sigue invicto como visitante pero que nada
tiene que ver con el arrollador conjunto del año pasado.
Calderé no quiso sorprender con su once y formó un 4-4-2 con
Basauri bajo palos; Mario y Sandro como centrales y Cerveró
y Alfonso en los laterales; en la zona ancha, David Franch y
Platero en el doble pivote, con Perita y Berruezo en los
extremos; y la consabida dupla de arietes Moisés-Prieto. El
dibujo le sirvió al preparador tarraconense para hacerse amo
y señor en los primeros compases. El Sevilla B regaló el
esférico a la Asociación, que se manejaba sin presión aunque
fue incapaz de trenzar una sola jugada. Y es que el
mediocentro ceutí, si bien impidió que el rival tuviera
tiempo para pensar en la salida en balón, se quitó del
cartel en la elaboración. Pese a ello, Sandro, Franch y
Perita probaron tímidamente a Varas. Más clara fue la
ocasión de Moisés, que en el 17’ pudo ser objeto de penalti.
El punta, en lugar de dejarse caer al sentir el contacto,
siguió la jugada y se apoyó en Platero, pero el ayer capitán
no supo definir. El filial, por su parte, lo intentó sin
éxito con sendas internadas de Bruno, Pablo y Alfaro.
El entrenador caballa quiso apretar y probó la variante del
4-3-3, lo que originó más huecos en defensa. Los de Manolo
Jiménez aprovecharon la circunstancia y probaron suerte con
una vaselina de Lolo (37’), un disparo lejano de Bruno (40’)
y, sobre todo, con una peligrosísima media chilena de
Redondo (42’) que Basauri envió a corner cuando alguno
cantaba el gol. El despertar visitante provocó la reacción
tardía del Ceuta a balón parado: Perita golpeó con el alma
un libre directo, pero el cañonazo salió demasiado centrado
y Varas lo bloqueó, evitando el segundo remate de Franch
(43’).
En la reanudación, el primero en avisar fue el Sevilla B con
Moreno, que volvió loca a la zaga ceutí con un endiablado
punterazo tras deshacerse de tres adversarios (48’), aunque
tampoco fue capaz de superar a Basauri tras plantarse solo
en sus inmediaciones (55’). No obstante, fue la AD Ceuta la
que gozó de sus mejores minutos y puso cerco al portal
nervionense: Varas desbarató un cabezazo de Franch a pase de
Perita dentro del área chica (51’) y Alfonso no encontró
rematador a una internada por la izquierda (57’). Jiménez
reaccionó al vendaval y dio entrada a Capel y Sevilla para
intentar matar el partido a la contra. A punto estuvo de
conseguirlo en una jugada maquinada por la pareja que no
pudo concretar Pablo (75’).
El choque estaba totalmente abierto y la AD Ceuta pudo
llevarse todo el botín si Anthony no hubiera enviado al palo
un medido pase interior de Miguel, muy activo por el
interior diestro desde que sustituyó a Perita (81’) o si,
acto seguido, el árbitro hubiera pitado penalti unas
supuestas manos de un defensor sevillista. En la recta
final, el Ceuta se volcó con más corazón que cabeza para
intentar la machada, pero las prisas sólo contribuyeron a
que los minutos corrieran inexorablemente en su contra. Otro
partido sin marcar -afortunadamente también sin encajar- y
otra semana que se pierde sin hacer valer la media inglesa.
Prieto, cumplidor pero sin picante
Calderé confió en Antonio Prieto para acompañar a Moisés en
ataque. El joven delantero cumplió en el trabajo de presión
y se dejó hasta el último aliento, pero no estuvo acertado
en el desborde, resultó errático en el disparo y apenas
inquietó a la defensa sevillista.
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