PORTADA DE HOY
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CULTURA - LUNES 24
DE OCTUBRE DE 2005 |
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militareS, EN el perímetro. el pueblo |
reportaje / ramadán
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La clave del ayuno está en que
sea consciente y voluntario |
Enfermos
mentales o físicos, ancianos, niños y mujeres
embarazadas están exentos
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CEUTA
Pedro García Luaces
garcialuaces@elpueblodeceuta.com |
El cumplimiento de los preceptos islámicos durante el mes de
Ramadán cuenta con algunas excepciones. Los niños que no han
alcanzado la pubertad o el grado de discernimiento adecuado
no tienen que cumplir el ayuno. Tampoco los enfermos,
físicos o mentales, que no sean responsables de sus actos.
Estos dos grupos no tienen que compensar de ningún modo su
incumplimiento ya que están exentos.
Las personas mayores, débiles para ayunar, están eximidas de
hacerlo durante el mes completo, pero deben a cambio ofrecer
a un musulmán necesitado una comida completa o su valor en
dinero por cada día sin ayunar. Los enfermos eventuales
quedan eximidos si el ayuno puede afectar a su salud, pero
deben trasladar estos días y recuperarlos cuando estén bien
de salud.
Viajes
Quienes estén viajando distancias de unas 50 millas de su
casa también están exentos, aunque esta es una costumbre
antigua, de cuando se viajaba a pie, que hoy en día no es
aplicable dado el desarrollo del transporte. En estos casos
cada musulmán debe elegir por sí mismo si cumplir o no con
el ayuno.
Las mujeres embarazadas, de parto o en período de
menstruación deben saltarse el ayuno. Las primeras lo harán
si este pone en riesgo la salud de su hijo, las mujeres de
parto o con la menstruación tienen prohibido hacerlo aunque
quieran, pero deben recuperarlo día a día.
Ante esta situación y aunque el musulmán tiene libertad de
conciencia es importante la consulta de cada caso concreto
con el Imam. “Desde niños nos enseñan a preguntar. Dios no
quiere que se le adore en la ignorancia”, explica Mustafa
Abdelkader, de Luna Blanca.
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Futbolistas y militares, trabajos de alto riesgo durante
Ramadan
El cumplimiento del Ramadán puede conllevar algunos riesgos
en determinados trabajos de gran dureza física, debido al
gasto extra de energía en ayunas.
Mohamed es militar y protege el perímetro. Para él no hay un
tratamiento especial en cuanto al trabajo, aunque sí
reconoce una buena disposición para obtener comida en horas
tardías. “Cuando hay maniobras, a veces es necesario comer y
recuperar ese día más tarde, o pedirle un descanso al
sargento si veo que no puedo”, dice.
Naiyim Omar, segundo entrenador del Ceuta, explica que
ninguno de los cinco musulmanes del equipo recibe un
tratamiento especial. “En este caso, ellos no comen ni
beben, pero lo hacen por elección propia. Durante mi etapa
de fútbolista, las exigencias de primera división me
obligaban a comer algo y yo recuperaba luego estos días”,
comenta.
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