La vista judicial, que juzgará a
Sampietro y Bermúdez por un delito de cohecho, está previsto
que se celebre en la Sección VI de la Audiencia Provincial
de Cádiz en Ceuta, el próximo mes de enero.
El auto judicial señala que hay “indicios” de que Susana
Bermúdez abandonó las filas del PSOE por el ofrecimiento de
Sampietro para obtener “ventajas o beneficios profesionales
para ella o para su esposo”
El fiscal pide dos años de prisión, ocho de inhabilitación
para ejercer cargo público y una multa de 300.000 euros.
Leyendo esta noticia, del próximo juicio contra Susana
Bermúdez y Antonio Sampietro, se me vienen a la memoria,
momentos vividos durante la campaña en la que el GIL se
presentaba a las elecciones en Ceuta.
Un grupo de Gestión, comoles gustaba denominarse, al que
algunos ceutíes que hoy, precisamente, no dan la cara,
fueron a buscar a don Jesús a Marbella para que viniese a
gobernar esta tierra nuestra.Tan cierto como que usted y el
menda están vivos.
Como tampoco dan la cara, todos aquellos, que por un puñado
de asquerosas pesetas le prestaron todo el apoyo posible al
grupo del GIL.
Me llenó de satisfacción que ese apoyo prestado no vio jamás
su recompensa. Aplicó, en esos momentos, el GIL, “GIL no
paga traidores.”
Lo contrario de algunos otros que pagaron y bien pagado a
todo un grupo de traidores que incluso, habían repartido
propaganda del GIL, casa por casa y a los bañistas en las
playas, cantando las excelencias del GIL . Aquí... si pagó
traidores y los sigue pagando”.
¿Y cuál fue el pago qué le dieron a aquellos que se jugaron
más de los que algunos se pueden figurar para prestarle su
apoyo al Partido Popular y evitar que el GIL consiguiese
sacar mayoría absoluta?.
No nos dieron ni las gracias. Es más, nos consideraron unos
“apestados” a los que había que tener lo más lejos posible,
mientras se les daban toda clase de puestecitos y pasta
gansa que, aún, siguen manteniendo, a todos los traidores
que apoyaron al GIL y lanzaron toda su artillería contra el
Partido Popular.
¿Usted lo entiende, amigo guarida?. Yo no lo entiendo o a lo
mejor lo entiendo y lo explico, bien explicado en el libro
que estoy terminando.
Son muchos los recuerdos que fluyen en mi mente, sobre la
campaña que desde “EL PUEBLO” iniciamos combatiendo al GIL y
apoyando al candidato del Partido Popular, en la seguridad
que era nuestro deber, para evitar que nuestra tierra, lo
único que nos interesaba defender, cayese en manos del GIL,
lo que considerábamos un grave erro, como ha quedado más que
demostrado.
Aunque algunos nos quieran negar el pan y la sal, tuvimos
que aguantar todos los insultos y amenazas del mundo a
cualquier hora del día o de la madrugada.
Tanto el editor de este periódico se mantuvo firme en sus
convicciones, comos los periodistas que nos dedicamos, cada
día, sin prisa pero sin pausa a tratar de desmontar lo que
creíamos sería una tragedia para nuestra tierra, el gobierno
del GIL.
Luchábamos contra una pared difícil de derribar porque
contaba con el apoyo de la mayoría popular, cegada ante las
promesas que se le hacian desde el partido de don Jesús
Algunas de ellas de auténtica risa como el hotel de
superlujo transportable o la llegada de caballos y perros.
Caballos que no llegaron por tener que quedarse en Alemania
para que le pusiese en el freno de mano, y de esa forma
poder bajar la calle real.
Ni les cuento lo de quitar el mercado y unir los dos mares,
por dond navegar a igual que en Venecia con las góndolas,
mientras nos deleitaban con música.
Aún, hoy, no me explico como un pueblo puede creer en esos
cuentos de hadas.
Sabíamos que ganarían las elecciones, pero había que
intentar y lo conseguimos que no sacara mayoría absoluta.
Una mayoría que la consiguieron gracia al voto de la
tránsfuga Susana Bermúdez a la que, por cierto, todos los
días le dedicábamos algunas letras en nuestro periódico.
Esto que estoy escribiendo, hoy, es lo único que voy a
comentar sobre el asunto, salvo que algunos de eso que
apoyaron al GIL nos salgan ,ahora, haciendo critica de todo
ello. Por lo demás, para servidor, todo acabó el día que se
puso punto final al gobierno del GIL.
Cuando el tiempo ha pasado, pensando en la oferta que se me
hizo desde el GIL, por escribir de cosas que no estuviesen
relacionadas con su partido Creo que debí aceptarla.
Si no hice fue porque el amor a mi tierra pudo más que la
oferta que se me realizó.
De lo que no tengo duda alguna es, de que si se volviese a
repetir no apoyaría a ningún candidato del Partido Popular.
Mi apoyo, en defensa de la tierra que me vio nacer, se lo
daría a cualquier otro partido para evitarme el estar hasta
mal visto, mientras todos aquellos traidores a los
populares, que apoyaron al GIL ocupan, hoy día, puestecitos
bien renumerados. Gracias.
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