El Alfonso Murube debe convertirse en un fortín más
inexpugnable que las rocosas Murallas Reales que protegen
nuestra ciudad. Ésta es la teoría que defiende Pedro
Berruezo, quien asegura que la AD Ceuta debe hacerse fuerte
en casa para ascender puestos en la tabla. No obstante, el
centrocampista advierte que los equipos que visitan el
coliseo caballa han perdido gran parte del respeto que
profesaban en antaño.
“A tenor de los resultados del inicio de la temporada, a los
equipos que vienen a Ceuta el empate les parece insuficiente
y sólo se conforman con ganar. Nos han perdido el respeto.
De hecho, el técnico del Marbella -que claudicó 2-0 en el
Murube- no dudó en decir que no venía aquí a perder, como si
no entrara en sus planes”, afirma el interior.
“Hace unos años no era así. Quizá sea por nuestra situación
-decimoterceros con nueve puntos de 24 posibles- o porque
empezamos perdiendo en casa ante el Badajoz (0-1) y el
Mérida (1-2). Por eso, hay que hacer un fortín del Murube y
seguir puntuando fuera en campos difíciles, como hicimos en
Écija (0-0), Extremadura (1-2) o Almansa (1-1), para
situarnos en los puestos tranquilos de la tabla”, señala.
La primera ocasión para poner en práctica esta filosofía
será mañana ante el Sevilla B, al que recibe a las 17:00
horas. “Tiene jugadores de gran calidad, pero a veces peca
de visoñez. Igual hace un partidazo que no da una a
derechas, así que no nos podemos fiar. No es tan blandito
como otros filiales y lleva el sello de su entrenador,
Manolo Jiménez, que tiene un carácter ganador”, afirma.
A pesar de que la escuadra hispalense no gana a domicilio al
Ceuta desde la temporada 2001/02 (0-1), el futbolista
sevillano desconfía de los números. “Cada año y cada partido
son diferentes, así que tampoco hay que dejarse guiar por
las estadísticas. También es cierto que ellos están mejor
clasificados (séptimos, con 13 puntos en 8 partidos), pero
sólo han sacado un punto de los 6 últimos posibles”, apunta.
Y es que los de Jiménez vienen de perder ante el Cartagena
(1-2) y de empatar en Marbella (1-1).
Berruezo también recuerda que la posición de la AD Ceuta en
la tabla no se corresponde con el proyecto deportivo que se
ha proyectado esta temporada. “Por la calidad de los
jugadores y por el trabajo merecemos estar mucho más arriba.
Hemos pasado por circunstancias difíciles y hemos tenido
poco tiempo para organizar la pretemporada, pero desde que
el míster ha cambiado la metodología de entrenamiento la
mejoría se está notando. Antes ejercitábamos el fondo y
ahora estamos potenciando la chispa”, destaca el jugador
caballa, quien agrega que “después de un inicio de Liga
incierto, el equipo va tomando su sitio y llevamos 4
partidos sin perder”.
A nivel personal, el jugador caballa, que cada domingo
intenta “devolverle a Calderé la confianza que deposita” en
él como titular, se perfila como fijo en el extremo derecho.
El jugador tendrá que jugar sobre el castigado césped del
Murube, que la próxima semana será resembrado. “No está como
otros años, pero se puede jugar. Estará mucho mejor que el
campo del Écija”, dice.
Sobre la disputa del partido, Berruezo no tiene
inconveniente en jugar a las 17:00 horas, pero “me gustaría
que todos los partidos fueran a la misma hora, para
aclimatarnos mejor”. “Cambiar cada semana no nos sienta
bien. A título personal, prefiero jugar a las 12:00, porque
es cuando solemos entrenar”, indica.
Por último, Berruezo ha lamentado los últimos arbitrajes
recibidos por el Ceuta, aunque esta situación no le
sorprende. “En mi etapa anterior viví cosas que dan que
pensar. Jugándonos el ascenso con El Racing de Ferrol no nos
señalaron un penalti y nos anularon un gol, fue un robo. Y
otros años sufrimos expulsiones inexplicables en la
liguilla. Además, todas las jugadas dudosas nos las pitan en
contra. No sé si habrá una mano negra, pero da que pensar.
No pido que nos den, pero tampoco que nos quiten”, sostiene
con dureza. En concreto, recrimina la actuación colegial en
Écija, que costó la expulsión de Juanma, al que le han caído
dos partidos de suspensión, y la no señalización de una
clara cesión. “La sanción a Juanma es excesiva. Sólo tuvo
una reacción a la presión del contrario y el árbitro, que lo
vio perfectamente, no se lo pensó al sacar la roja. A otro
equipo seguro que le habrían hecho la vista gorda”,
concluye.
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