La mayoría de los políticos u lo
que sean, que tampoco hay que abusar de los términos les han
dado, con los tiempos que corren, por tener asesores de
todas clases, asesor de economía, asesor de prensa, asesor
de política exterior, asesor del asesor e incluso asesor de
imagen que les indica cual es su lado bueno para la tele y
las formas y modales con los que a de actuar en determinados
momentos y situaciones.
Algunos de estos asesores se deben a que hay que buscarles
algún lugar, en el entramado del mando, para que se busquen
las habichuelas que para eso echaron toda la carne en el
asador en los momentos cruciales. Cosa que justifica el que
les hayan buscado un puesto, aunque sea de asesor.
En otras ocasiones, muchos asesores son elegidos entre los
familiares de los familiares, de algunos con mando, para
buscarle un puestecito donde ganen una pasta gansa y,
además, por su falta de conocimientos en cualquier materia,
no tenga mucho trabajo, para que al hablar no meta la patita
hasta corbejón. Sin señalar que está una jartá de feo.
Que conste en acta y quiero que quede claro que a servidor
le da igual que los políticos u lo quesean, tengan veinte,
treinta o cuarenta asesores, siempre que los paguen de sus
bolsillos y no a costa del pobre contribuyente que no tiene,
el porqué alimentar, con una pasta gansa, a determinados
personajillos a los que colocaron algunos de sus parientes .
Oiga, que haberlos haylos como las meigas.
Lo bueno que tienen, todos estos personajillos colocados por
sus parentelas, es que se creen que hasta son necesarios y
que no hay nadie, con capacidad suficiente, para realizar la
labor que ellos realizan . ¿Y cuál es esa labor que estos
personajillos realizan?. Ninguna.
Bueno salen a tomar uncafé, más tarde a hacer unos recados
para la casa y finalizan con unas cervezas. Bueno y, además
de todo esto, hasta cobran por no hacer nada.
Vamos a dejar a estos politiquillos del tres al cuarto con
todos sus asesores y vamos a ir a las grandes esferas de la
política, donde también tienen toda clase de asesores
incluso el más importante el asesor de imagen que es el que
tiene la obligación de hace aparecer a su líder como el
mejor entre los mejores. Es más, tiene que llevarlo hacia la
victoria, porque para eso fue contratado.
Estos grandes personajes, capaces de hacerle cambiar la
imagen al más pintado, haciéndole aparecer, ante el público,
como lo que no es, valen su precio en oro y, en ocasiones,
son traídos desde el extranjero.
La imagen con la que se presentó, a las elecciones
generales, Rodríguez, correspondía a un hombre joven, con
talante, diálogo y una sonrisa abierta. Era un oferta de
aire fresco que se le ofrecía al pueblo español.
Si lo hubo y creo que si, porque lo hacen todos y, Rodríguez
no iba a ser una excepción, hay que darle un diez al asesor
de imagen que nos vendió esa imagen de Rodríguez. Buen
trabajo.
Pero la imagen vale para determinados momentos, después de
pasado un tiempo, esa imagen de cara al personal tiene que
ir cambiando, para que el personal vea algo nuevo que le
motive y no siempre lo mismo que le llega a cansar por
repetitivo. Con la aparición de ese cansancio se vendría
abajo todo el trabajo realizado por el asesor de imagen que,
hasta esas fechas, había obtenido un éxito arrollador.
Hay, pues, que volver a retocar la imagen del personaje,
dándole un nuevo aire, aunque teniendo mucho cuidado, en
seguir manteniendo aquellas vías sobre las cuales quedó
asentada la personalidad del personaje en cuestión y que tan
buenos resultados le dio.
El asesor de imagen no es más que un señor que mediante
retoques, hace de un sueño una realidad. De una mentira,
caso del cine, a una verdad, sin necesidad de mover al
personaje ni a quienes les rodean, a los que sólo les da
unos toques que les hagan aparecer, ante el público,
diferentes a como son en realidad .
En todo momento, están pendiente del personaje y estudian
las modificaciones que con respecto a los personajes va
teniendo el público, para darle los toques y las
correcciones necesarias que les mantenga en la cresta de la
ola.
Lo malo es cuando el personaje llega a creerse que no
necesita para nada al asesor de imagen que tan buenos
resultados le dio, lo despide y juega sólo y por su cuenta.
Craso error porque sólo el asesor, como profesional de ello,
puede mantener la imagen e ir mejorándola en aquellos
aspectos donde fuese necesario, con el paso del tiempo.
Rodríguez ha debido despedir a su asesor y el público
empieza a sentir cansancio de ver siempre lo mismo.
Esa sonrisa que, al principio cautivaba, hoy ese entusiasmo
ha decaído porque, el personal, piensa que es poco menos que
imposible que haya una persona, en este mundo, que se esté
riendo durante veinticuatro horas.
Y ni hablemos del talante y el diálogo en eso, cada día,
creen menos.
Necesitas al asesor de forma urgente. Ofrezco servicio.
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