El Club Sepai de kárate ceutí tiene todo a punto para el
comienzo de la tercera edición de un curso de formación en
defensa personal cuya duración será de noventa horas
lectivas. Los expertos Cristóbal Mateo Valero y su hijo,
Cristóbal Mateo Vega, serán los encargados de dirigir las
sesiones. Ámbos son entrenadores titulados por la Federación
Española de Kárate.
Cristóbal Mateo Valero es entrenador e instructor nacional
de kárate y defensa personal, además de pertenecer a la
categoría de cuarto ‘dan’. Mateo Vega, por su parte, es
preparador regional de kárate y cuenta con el grado de
tercer ‘dan’.
El curso combinará lecciones teóricas y prácticas de
contenido muy variado. En primer lugar los alumnos
realizarán un repaso de la teoría básica de la disciplina,
pasando a continuación a la práctica de ejercicios básicos,
avanzados y superiores. Una vez mencionadas las líneas
maestras de la defensa personal, el programa propone un
acercamiento a la evolución de las técnicas empleadas:
simples, modificadas y complejas.
La cuota total de inscripción por la asistencia a las
noventa horas lectivas de las que consta el curso asciende a
doscientos euros, que podrán abonarse, bien a través de un
único pago o bien fraccionado en doce euros semanales.
El horario de celebración del cursillo será de 11 a 13 horas
y de 16 a 19 todos los sábados, en las instalaciones que
dicho club posee en el Paseo Revellín.
Todos aquellos alumnos que completen la totalidad del
programa tendrán derecho a obtener un certificado expedido
por la Federación Española de Kárate y el Consejo Superior
de Deportes.
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“El presupuesto que nos ofrecen es una limosna”
El Club Sepai imparte enseñanzas
de kárate desde hace más de quince años. Cristóbal Mateo
Valero, su fundador, es también el máximo representante de
la Federación Ceutí de Kárate. Con cerca de ochenta
licencias federativas en las últimas temporadas, los ceutíes
han tenido una trayectoria destacada a nivel nacional.
“Fuimos campeones de España de la categoría infantil en
2001, en Sevilla, y subcampeones juveniles en el año 1999 en
Madrid”, recuerda Mateo.
El preparador califica como “limosna” los poco más de mil
euros de subvención que el Ayuntamiento oferta a la
Federación, así como las dificultades para optar a las
instalaciones municipales.
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