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A lo largo de la mañana de hoy el
Palacio de la Asamblea de la Ciudad Autónoma será el lugar
de encuentro donde los representantes políticos con
presencia en el arco parlamentario consensuarán el preámbulo
y el Capítulo I del futuro y renovado texto estatutario a
presentar ante las Cortes Generales. Capítulo a capítulo, de
este modo se irá debatiendo y aprobando, según ha apuntado
el consejero de la Presidencia, José Luís Morales.
Se trata de un texto que se pretende finalice y sea efectivo
en esta legisltaura. No va a ser fácil, pero se necesitará
del esfuerzo de todos para, sin faltar a la Constitución -la
que regula nuestro modelo de sociedad y de convivencia en
España- se pueda lograr un amplio consenso como para que,
finalmente, se encuentre el modo de incorporar todas las
realidades de nuestra actual sociedad, un tanto más
evolucionada que la de hace una década y, sobre todo, un
texto que logre aunar a todos los ceutíes de las futuras
generaciones. El trabajo que tienen entre manos nuestros
representantes políticos es de gran relevancia por cuanto en
sus manos está que el modelo de la sociedad futura,
entroncada por supuesto en España y en los preceptos que
nuestra Carta Magna nos otorga.
En tanto, la mañana de hoy estará ‘movidita’ por este
argumento de la política local, el Congreso de los Diputados
-a petición del PP y de IU- debatirán y aprobarán, o no, por
un lado la proclamación de que Ceuta y Melilla son
incuestionablemente españolas y por otro, que el Ejército
abandone la custodia de las fronteras con Marruecos.
Veremos, por tanto, el signo del voto de los partidos
políticos que se encuentran representados en la Cámara Baja.
Los ceutíes y melillenses deseamos una proclamación unánime
aunque mucho nos tememos que algún grupúsculo -aprovechado
de la benevolencia democrática y con representación en un
foro como éste- dé la nota como la suelen dar por ser
antiespañoles declarados.
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OPINIÓN / EDITORIAL
