La AD Ceuta prolongó ayer su exitosa racha ante el Écija
Balompié, un rival contra el que nunca ha perdido desde que
ascendió a Segunda ‘B’ en la temporada 97-98, al empatar a
cero en el estadio municipal San Pablo; un empate merecido y
trabajado porque los caballas jugaron los últimos veintiun
minutos en inferioridad numérica por la cartulina roja que
vio Juanma en el minuto veintiocho de la segunda parte.
Hasta la jugada de la expulsión del defensa madrileño el
partido resultó poco vistoso, con muchas imprecisiones en el
pase, quizás motivadas por el mal estado del terreno de
juego, y muy pocas oportunidades de gol. El Ceuta, que
volvió a mostrarse firme y seguro atrás, maniató a un Écija
con dudas después de perder en la jornada anterior ante la
UD Almansa por 4-0.
En el tramo final cuando el Ceuta se quedó con diez los
astigitanos apretaron y pudieron marcar a balón parado, pero
tampoco tuvieron el temple y la frescura necesaria en ataque
para superar al guardameta Basauri, que sólo ha encajado un
gol en las últimas cuatro jornadas.
Calderé apostó por el ‘once’ que había derrotado al Marbella
en el Murube con el cambio esperado de Juanma por Mario en
el centro de la defensa. 4-4-2 con un David Franch de pivote
por delante de la zaga, Platero por delante del
castellonense con libertad de movimientos, Sergio Molina y
Moisés en la delantera y Alfonso de nuevo en el lateral
izquierdo. El bigoleador de la jornada anterior, Antonio
Prieto se quedó en el banquillo y saltó al campo en la
segunda parte.
Rivera apostó por el bloque de las últimas jornadas con una
sorpresa. Alfonso Espejo, el goleador del Écija la pasada
temporada y su referencia en ataque, empezó el encuentro en
el banquillo. El entrenador del Écija, que finalmente pudo
alinear a Zabala en el lateral izquierdo, jugó con Jorge
García en la mediapunta y Puli, uno de los seis ex del Ceuta
que milita en el conjunto sevillano, en punta.
La primera parte fue aburrida porque primaron las pérdidas
de balón, ninguno de los dos equipos era capaz de dar tres
pases seguidos y los guardametas apenas tuvieron trabajo. El
equipo local, que en su campo había vencido al Alcalá de
Guadaira y al Díter Zafra y empató frente al Águilas, sólo
dio señales de vida a balón parado. Su aproximación más
peligrosa se produjo en el minuto 42 cuando una falta
envenenada de Jorge García, el jugador más activo del Écija
en el primer tiempo, se perdió fuera por poco. El Ceuta
generó una única oportunidad de gol en este período, pero
anduvo muy cerca de marcar. Los ceutíes lanzaron una falta,
David Franch peinó el balón, que le cayó dentro del área a
Platero y el disparo del algecireño lo despejó con apuros
Verdejo por la línea de fondo.
En la segunda parte el conjunto de Miguel Rivera empezó con
fuerza y creó varias situaciones comprometidas para la zaga
ceutí en los primeros diez minutos; en el cuatro Basauri
rechazó un remate de Pedro, en el cinco Juan Ramón, que se
había incorporado al ataque, no llegó a rematar por poco y
en el ocho Cerveró se anticipó a Puli cuando el delantero de
San Fernando estaba con el gatillo preparado para tratar de
perforar la portería ceutí.
Los de Calderé lograron sacudirse el dominio azulino y el
técnico no tardó en mover el banquillo al darle entrada a
Tejero y Prieto. El defensa de Lebrija se colocó de interior
izquierdo permaneciendo Alfonso de ‘tres’ y Berruezo cambió
de banda.
Rivera también movió ficha y por fin se atrevió a jugar con
dos puntas al sustituir Espejo a Jorge García. Un minuto más
tarde Santos Caballero mandó a la caseta a Juanma y el Ceuta
afrontó los últimos veinte minutos en inferioridad y con dos
líneas de cuatro y Prieto en punta. El Écija pudo marcar en
el 78 cuando una falta ejecutada por Torres desde la frontal
se estrelló en el larguero. Pero el Ceuta tiró de oficio
para ‘enfriar’ el encuentro y llevarse un punto del San
Pablo. En el alargue el colegiado se equivocó al no señalar
falta por una cesión de Requena a Verdejo, que falló con el
pie y tuvo que atrapar el balón con las manos para evitar el
gol.
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