El Gobierno de la Ciudad, junto
con el de Melilla expondrán en Madrid el próximo día 20
alternativas tendentes a que las tasas impositivas como
consecuencia de la aplicación del Impuesto sobre las
Producciones, Servicios e Importaciones. Medida con la que
el sector empresarial-comercial puede encontrar alivio en la
ya secular y sostenida crisis que padece desde la última
década.
Los precios en Ceuta, donde no existe la aplicación del IVA
no son ni mucho menos más baratos que en la península donde
el Impuesto sobre el Valor Añadido impera en cada
transacción comercial (compra-venta).
El alto coste en materia de transportes de mercancias
consigue elevar los precios finales de la mercadería que
llega ulteriormente al consumidor, verdadero damnificado de
una situación como ésta en la que la intermediación del
empresario-comerciante también padece lo suyo.
Ceuta económicamente no despega. El Ejecutivo autónomo,
sometido a una presión absoluta ante la falta de recursos
propios para establecer criterios adecuados de cara a la
crisis galopante que sobrevuela en su economía, debe
intentar -y así lo va a hacer- que el Gobierno central
atienda la necesidad e inicie el desarrollo de inminentes
cambios en la concepción actual del Ipsi.
El CES que lleva advirtiendo, desde 2001, la imperiosa
necesidad de la bajada del Ipsi para afrontar la crisis,
también añade una consideración a tener bien en cuenta, cual
es la de racionalizar el gasto -sobre todo el improductivo-
debiendo haber un control exhaustivo de todos los agentes
implicados (sociales, empresas y administraciones públicas).
El objetivo debe estar en que se logre un destacado
diferencial de precios respecto de la península que haga
atractivas las compras en Ceuta. El camino hacia la bajada
del Ipsi ya se ha inciado.
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