La web ‘periodistadigital.com’ recoge el análisis que el
semanario católico ‘Alba’ realiza sobre la actuación del
Gobierno central y el papel que el asesor de Zapatero,
Máximo Cajal está jugando en las relaciones con Marruecos
sobre Ceuta y Melilla:
La acusación es de peso y si se comprobase llevaría a la
aplicación del artículo 102 de la Constitución Española, en
el que se establece que \"la responsabilidad criminal del
Presidente y los demás miembros del Gobierno será exigible,
en su caso, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo\"
y \"si la acusación fuere por traición o por cualquier
delito contra la seguridad del Estado en el ejercicio de sus
funciones, sólo podrá ser planteada por iniciativa de la
cuarta parte de los miembros del Congreso, y con la
aprobación de la mayoría absoluta del mismo\".
Afirma Arturo Cruz en el semanario Alba que mientras el CNI
alerta de que Mohamed VI podría estar preparando una segunda
‘marcha verde’, el presidente nombra asesor al diplomático
Máximo Cajal, que abogó por la cesión de Ceuta y Melilla a
Marruecos en el año 2003. De ahí a concluir que ese
nombramiento supone que se ha iniciado la negociación para
compartir soberania con el reino alauita, sobre las dos
ciudades españolas, hay un largo trecho, pero la revista
sostiene que por ahí van los tiros, a tenor de lo que les
cuentan sus fuentes en el nebuloso Centro Nacional de
Inteligencia.
Esto es lo que publica Alba:
-La negativa a que los presidentes de ambas ciudades
autónomas se integraran en la delegación española durante la
última cumbre bilateral -sostiene el senador del PP, Ignacio
Cosidó-, o el vergonzante silencio de nuestro presidente del
Gobierno en la rueda de prensa conjunta con el primer
ministro marroquí cuando fue requerido a posicionarse sobre
la posibilidad de una fórmula de cosoberanía, son síntomas
de una debilidad extrema que pueden incitar a Marruecos a
incrementar aún más la presión sobre ambas ciudades y sobre
el Gobierno español”. La clave está en la reciente llegada
del diplomático Máximo Cajal como asesor ‘monclovita’ en
asuntos internacionales.
Un sordo peligro
Rodríguez Zapatero está rodeado de una ‘troica’ en los temas
relacionados con el mundo árabe y el Magreb. El miembro más
conocido es el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel
Moratinos. Tras el ministro, en la sombra, hay dos figuras
poco conocidas, pero muy escuchadas por el presidente: los
promarroquíes José María Ridao y Máximo Cajal. Éste ha sido
el ‘experto’ elegido por ZP para desarrollar su alianza de
civilizaciones. Una elección que pone en peligro la
españolidad de Ceuta y Melilla. No en vano, Cajal defendió
la cesión a Marruecos de Ceuta y Melilla en 2003.
La opinión de Máximo Cajal la secunda el periódico afín a la
monarquía marroquí, L’Opinion, que sostiene que ambas
ciudades son “el último bastión del colonialismo en el
mundo” y destaca que el actual “clima de buen entendimiento”
entre España y Marruecos resulta “propicio” para entregar
las dos ciudades, con lo que España y el pueblo español
tendrán “todo a ganar”. “A grandes males, grandes remedios”,
defiende el diario del Istiqlal. ¿Y si España devolviera
Ceuta y Melilla a Marruecos? Ésta sería la ‘carta oculta’ de
Rabat y según fuentes oficiosas alauitas, la solución a la
presión clandestina subsahariana.
Al mismo tiempo, fuentes del CNI han asegurado que algo se
cuece a espaldas de los españoles y de la gran mayoría de
los políticos, incluidos los del PSOE: la negociación con
Rabat para discutir cómo, a partir de 2008, ambas plazas
serán gobernadas en régimen de cosoberanía por los dos
países, el primer paso antes de cederlas al país vecino.
No sería la primera vez que los marroquíes ganan territorio
lanzando a gente indefensa a la ‘conquista’. Hasán II lo
ensayó con éxito hace treinta años cuando envió a una masa
de desheredados sobre el Sáhara español. “Simbólicamente es
un pulso que Marruecos está realizando a España para
realizar otra ‘marcha verde’”, señalan a ALBA los servicios
de inteligencia españoles, que también apuntan al intento
marroquí de conseguir helicópteros Apache y F16 de Arabia
Saudí de cara a una eventual confrontación por las dos
ciudades autónomas. “Marruecos no parará hasta que tenga en
su poder Ceuta y Melilla si se le permite”, señalan estas
fuentes.
Ha sido Cajal, diplomático de carrera y responsable de
desarrollar el proyecto presidencial de la alianza de
civilizaciones, quien le ha sugerido esta idea. Una alianza
que para éste es imposible sin la cesión de Ceuta y Melilla
y que nos retrotrae a la foto de Zapatero junto a Mohamed VI
al pie de un mapa de Marruecos que incluía las Canarias,
Ceuta, Melilla, los peñones de Alhucemas y Vélez y las
Chafarinas. En 2003 Máximo Cajal, en su libro titulado Ceuta
y Melilla, Olivenza y Gibraltar. ¿Dónde acaba España?, decía
textualmente: “Hay que remediar una situación que me parece
básicamente injusta.
Una situación colonial que es una afrenta a Marruecos y un
elemento de desasosiego y mala conciencia nacional para
España que se agita en cuanto se menciona el tema. Hay que
reintegrar la integridad territorial a Marruecos. Lo
razonable sería retroceder inmediatamente peñones e islotes
a Marruecos.
Concertar un plazo de 20 años para retroceder la soberanía
de Melilla”. Y en octubre de 2003, en una entrevista a El
País, abogaba por un diálogo con Marruecos que “desemboque
en soluciones aceptables para ambos países, pero sin
regatear por parte española, cualesquiera que sean sus
modalidades y plazos, la definitiva marroquinidad de Ceuta y
Melilla”.
Cajal también ha negado la existencia de los saharauis como
pueblo, tesis marroquí rechazada por el Tribunal de La Haya
y la ONU : “Criatura del colonialismo español, el pueblo
saharaui, como tantos otros, no preexistía como tal a la
presencia de la potencia colonizadora en aquel territorio
desértico”-.
Ceuta y Melilla piden explicaciones
Ceuta y Melilla han mostrado su preocupación ante el
nombramiento de Máximo Cajal y lo que consideran un primer
paso hacia la cesión de las plazas españolas, hoy ciudades
autónomas sin estatus de Comunidad.
Además, ha causado perplejidad que una de las periodistas
‘de cámara’ del Ejecutivo, María Antonia Iglesias, sugiriera
en el programa de María Teresa Campos, Cada día, que “en
caso de que nos tengamos que plantear la cesión de Ceuta y
Melilla a Marruecos, hay que tener en cuenta dónde están
Ceuta y Melilla y dónde España”.
Estas declaraciones de una antigua alto cargo socialista
-directora de Informativos de Televisión Española en su día-
han llevado a ambas ciudades a presentar una queja formal a
la cadena de televisión en cuestión, Antena 3.
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