PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES 13 DE OCTUBRE DE 2005

 

OPINIÓN / EL OASIS

Rajoy es la esperanza
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Muchas veces he sido testigo de cómo hay ciudadanos que fruncen el ceño ante las declaraciones patrioteras de quienes se arrogan el derecho a ser más de Ceuta que nadie y más españoles que la mayoría. No entienden tales ciudadanos que haya personas dispuestas siempre a sentirse agraviadas por cualquier comentario despectivo que haga un tío de Ciudad Rodrigo, por ejemplo, acerca de una tierra que nunca visitó o bien la tiene metida entre ceja y ceja por haber hecho muchas guardias en una garita del cuartel de Regulares. Que hubo un tiempo donde ser destinado a Ceuta o Melilla suponía un drama familiar y muchas más cosas.

No se debe andar todos los días situado en el puesto de caza con la escopeta cargada para tirarle a todos cuantos tengan un mal concepto de unas ciudades a las que sólo se las puede querer viviéndolas intensamente. Un hecho que uno trata de disimular por pudor y para no ser tachado de más papista que el papa. Que hay celosos guardianes dispuestos a pedir partidas de nacimiento ante cualquier demostración de afecto. Y, como yo, me consta que hay muchas personas que no se atreven a defender con entusiasmo la tierra de adopción por no ganarse la ira de algunos de sus hijos más dilectos y exigentes.

De ahí que me hayan parecido muy acertadas las palabras de Juan Vivas, días atrás, diciendo que la Ciudad no va a estar permanentemente defendiendo la españolidad de Ceuta, salvo en casos de pura necesidad. Sin ir más lejos: el silencio de ZP en Sevilla, cuando bien pudo recordarle a Driss Jettu lo requerido por la situación.

De todos modos, el presidente del Gobierno hará todo lo posible por enmendar tan grande error (!) mediante actuaciones posibilistas encaminadas a no abrir un frente más de los muchos que ya tiene abiertos, aunque en su fuero interno Ceuta y Melilla sean ciudades a las que aborrece en grado sumo.

Le debe pasar con ellas lo que a Ibarreche con España: el mero hecho de nombrársela le produce urticaria. Y así no hay manera que los ceutíes puedan confiar en un Gobierno que nos defiende a la trágala y cuya hipocresía es latente. Por lo tanto, sigo insistiendo en que ser socialista en Ceuta, y los hay de verdad, es un suplicio: pues jamás les será posible despegar en las urnas.

Una situación que hará posible que Juan Vivas siga ganando elecciones hasta que se aburra y crea oportuno tomarse un descanso o bien sea designado por su partido para otros menesteres más importantes. Suponiendo que alguien piense que hay, actualmente, algo más importante que regir los destinos de una ciudad que goza de una notoriedad indiscutible en los medios de comunicación. Por cuanto sabemos y, desde luego, por su situación estratégica.

Mariano Rajoy está en la ciudad y a buen seguro se dará cuenta de que los ceutíes, por más que los políticos ofrezcan cada vez menos confianza, están convencidos de que con los populares en el Gobierno Marruecos se tomará menos libertades. Que una cosa es mantener las mejores relaciones con el vecino, necesarias a todas luces, y otra concederle todas las ventajas para que no se nos moleste y nos arme la zapatiesta. Mas hará bien Rajoy en medir sus palabras alentadoras y las consiguientes promesas en estos momentos en los cuales es, nada más y nada menos que el jefe de la oposición. Que luego pasa lo que pasa... Es decir, que asume la presidencia de España y lo que ahora es contundencia y claridad de pensamiento, termina convirtiéndose en dudas ante el deseo de no causar males mayores con la verdad.

Aun así, o sea, con las precauciones lógicas, Mariano Rajoy representa la seguridad para los ceutíes. Sin duda.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto