Ceuta participó ayer en el desfile militar con motivo de la
celebración de la Virgen del Pilar celebrado, como es
habitual, en Madrid. Desde la Ciudad Autónoma, partieron
hacia la capital la Banda de Regulares del Regimiento 54,
los Legionarios y una compañía del Tabor Tetuán, todos ellos
integrados dentro del Tabor 52 de Melilla, mandado por el
Teniente Coronel en Jefe del Tabor 52 de dicha ciudad.
En la marcha, el fajín distinguía a los miembros de las dos
ciudades autónomas. Los soldados de Ceuta vestían la faja
azul, mientras que los de Melilla la portaban roja y verde.
Los actos fueron presididos por los Reyes de España, y en la
tribuna estuvieron además presentes los Príncipes de
Asturias, los Duques de Lugo, los Duques de Palma, el jefe
del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y los
presidentes de Chile y Honduras, Ricardo Lagos y Ricardo
Maduro, respectivamente.
Estuvieron también en el palco los presidentes del Congreso
y del Senado, todos los miembros del Gobierno (salvo los
ministros de Justicia y de Educación), todos los presidentes
autonómicos (excepto el lehendakari), el alcalde de Madrid,
el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y representantes de
las principales instituciones y partidos políticos.
El desfile recorrió el itinerario habitual con salida desde
la Plaza de Emilio Castelar para marchar después por el
Paseo de la Castellana hasta la Plaza de Cibeles.
Tras saludar a las autoridades y antes de que comenzara el
desfile, el Rey pasó revista a las tropas, sonó el Himno
Nacional, se izó la bandera y se rindió homenaje, bajo los
sones de ‘La muerte no es el final’, a los militares
españoles en acto de servicio, con un recuerdo especial este
año a los diecisiete muertos el pasado en Afganistán el
pasado agosto.
Compañeros y familiares de los fallecidos en Afganistán,
entre ellos la sargento Susana Pérez Torres (viuda del
sargento Alfredo Francisco Joga, muerto en el siniestro)
depositaron una corona de flores en su memoria, y a
continuación lo hicieron el Rey y el presidente del
Gobierno.
Después, el Rey se desplazó hasta el lugar que ocupaban los
familiares de las víctimas para saludarles personalmente. En
el desfile han intervenido más de 4.000 militares, entre
ellos representantes de dieciocho países iberoamericanos,
así como 80 aeronaves, incluidos aviones acrobáticos, de
combate y helicópteros ‘Cougar’ idénticos a los que se
accidentaron en Afganistán.
Acabado el desfile, y antes de abandonar el lugar, el Rey,
acompañado por el ministro de Defensa, saludó a
representantes de todas las unidades que participaron en el
mismo. Tras la marcha de las tropas, las autoridades se
desplazarán hasta el Palacio Real, donde la Familia Real
ofrece una Recepción con motivo de la Fiesta Nacional.
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