| 
                     
					“Estamos a muy poco de comprobar que el Estrecho sirvió a 
					los grupos humanos para trasladarse a Europa y que no fue 
					una barrera como se piensa tradicionalmente”.  
					 
					Esa es una de las conclusiones que los doctores de la 
					Universidad de Cádiz, Darío Bernal y José Ramos, han 
					extraído este año como consecuencia de las investigaciones 
					que están realizando en la cueva de Cabililla de Benzú con 
					la colaboración de la Consejería de Educación y Cultura. 
					Ambos doctores indicaron que este descubrimiento podría 
					considerarse de alcance mundial ya que, según sus pesquisas, 
					la especie humana no sólo se desplazó por Oriente hacia 
					Europa. 
					 
					Según los profesores de la Universidad de Cádiz se trata de 
					un proyecto científico consolidado que comenzó hace cuatro 
					años. A comienzos de 2005 se plantearon un plan de 
					actividades cuyos objetivos se consensuaron con los técnicos 
					de la Consejería de Educación y Cultura y, según los 
					directores, “se han cumplido”. En este sentido, han 
					culminado en el abrigo de época Paleolítica la excavación 
					del sondeo estratigráfico. La novedad más importante es la 
					existencia de una secuencia pleistocénica en los niveles 
					inferiores, que posibilitan nuevas líneas de trabajo. 
					Además, de forma paralela se han procesado en las Murallas 
					Reales todos los bloque sedimentarios que han aparecido para 
					extraer los productos líticos y la fauna, para su posterior 
					estudio. Igualmente han trabajado en el interior de la 
					cueva, que tiene restos Neolíticos fechados en el sexto 
					milenio. 
					 
					El profesor José Ramos, recordó que inicialmente se 
					plantearon la perspectiva de la posible ocupación de 
					neandertales en el norte de África. Pero este tema ha sido, 
					según él, sobrepasado por el descubrimiento de industrias 
					líticas de 200.000 años en los niveles bajos del yacimiento 
					que plantean “bastantes expectativas para investigar la 
					existencia de grupos humanos en el Musteriense” 
					 
					Apuesta por la investigación 
					 
					Por su parte, Deu se mostró muy satisfecha con la campaña de 
					excavación llevada a cabo en 2005. Recordó que, durante un 
					mes, un equipo interdisciplinar ha realizado trabajos de 
					campo con cronología de bifurcaciones humanas situadas en el 
					pleistoceno medio y superior. “Una vez más se demuestra el 
					esfuerzo que el gobierno de la Ciudad realiza en materia de 
					patrimonio” y continuó: “es evidente, además, nuestra 
					apuesta por el yacimiento fenicio, los baños árabes, la 
					basílica tardeorromana o el plan de protección de las 
					Murallas Meridinas, entre otros”. 
					 
					Actualmente el abrigo de Benzú se sitúa junto con otros 
					yacimientos como uno de los conjuntos más completos en 
					series amplias de musteriense. Por ello, diversos 
					científicos de diferentes universidades visitar la ciudad 
					para tomar muestras medioambientales de la excavación a 
					través del análisis del polen. “Los datos que se han 
					obtenido de carácter medioambiental permiten reconstruir el 
					paleopaisaje entre el Pleistoceno y el Olosceno y saber qué 
					especies habitaban en la zona. 
   | 
                		
						
                  | 
                      
					Voluntarios y estudiantes de la UCA participan activamente 
					Según el profesor Bernal, el 
					yacimiento tiene una dimensión social “muy importante”. 
					Durante el mes de septiembre han realizado un trabajo de 
					carácter científico que han congregado a 25 personas, de lo 
					cuales más de la mitad son profesores universitarios y el 
					resto alumnos que se encuentran doctorándose o realizando 
					sus prácticas en las excavaciones de Benzú. “La cueva está 
					resultando ser una importante cantera para los 
					investigadores de la UCA que se quieren especializar en 
					arqueología”. Además la consejera de Educación y cultura 
					decidió el año pasado iniciar un programa de voluntarios 
					para que colaboraran en la excavación. “La idea fue muy 
					positiva y, de hacho, de las 20 personas que colaboraron el 
					año pasado volverán en esta ocasión más otros diez. 
   |