Hoy se cumple el décimo aniversario de la revuelta de El
Ángulo (11 de octubre de 1995) y como la Historia siempre es
cíclica y algo irónica, coincide con una etapa en la que la
ciudad está viviendo de nuevo problemas con la entrada
masiva de inmigrantes ilegales subsaharianos.
Poco tienen que ver aquellos hechos con los de ahora, aunque
el diputado popular por Ceuta, Francisco Antonio González,
ha encontrado algunas coincidencias. “En ambos casos
gobernaba el PSOE y algunas de las medidas que se
propusieron fueron mejorar la verja y su trazado. Además, en
ambos casos el parlamentario en el Congreso por Ceuta era yo
mismo”, dijo el diputado.
Para Francisco Antonio González, las políticas de uno y otro
Gobierno afectan de manera opuesta a la ciudad. “El PP trajo
modernidad, capacidad, seguridad, tranquilidad, aumento de
la calidad de vida de Ceuta. La postura del PSOE promueve
inquietud”, asegura.
El diputado popular opina que la política de Inmigración del
PSOE ha producido un efecto llamada “incuestionable”, aparte
de una falta de previsión que también puede trasladarse a
ambos casos, el de 1995 y el que vivimos ahora, “ya que
ambas situaciones eran predecibles”.
En 1995 la revuelta fue protagonizada por un grupo de unos
150 africanos que se amotinaron provocando disturbios en la
ciudad para hacerse luego fuertes tras la Muralla. Fue
relevante la iniciativa de un grupo de ceutíes que se
lanzaron contra los subsaharianos respondiendo a las
agresiones continuadas. Sin embargo, los inmigrantes crearon
barricadas quemando neumáticos y parapetándose tras ellos y
se hicieron tan fuertes que no hubo manera de reducirlos
hasta que intervino la Guardia Civil. El asalto se saldó con
cincuenta heridos entre los dos bandos, dos por arma de
fuego y uno de ellos de máxima gravedad. El agente de la
Policía Nacional, Antonio Arrebola, resultó herido por una
bala que le entró por el pecho y le perforó el pulmón en
donde quedó alojada. La intervención fue delicada pero el
agente salvó la vida, aunque algunas circunstancias del
suceso nunca quedaron resueltas. “Después de diez años aún
no tengo claro qué fue lo que pasó. Hay muchas incógnitas
que aún no están despejadas”, dijo Francisco Antonio
González.
El origen de la revuelta fue el traslado de algunas decenas
de inmigrantes a la península. Los que quedaron se sintieron
agraviados porque no comprendían que aquellos traslados era
para devolverlos a sus países de origen. Esta pequeña chispa
fue la que encendió el fuego de unos inmigrantes que
llevaban mucho tiempo de negociaciones conflictivas y
huelgas de hambre.
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