El Centro Asesor de la Mujer, dependiente de la Consejería
de Sanidad y Bienestar Social del Gobierno de la Ciudad
Autónoma, ha organizado un nuevo taller de alfabetización
para personas adultas. Este año, las clases tendrán lugar en
Red 90, local 3, derecha -cerca del Hospital antiguo.
El taller, desde sus inicios en la década de los ochenta, se
ha caracterizado por su movilidad, ya que el Centro Asesor
de la Mujer no cuenta con un local propio para esta labor,
lo que obliga a sus responsables a cambiarlo en función de
las necesidades. “Nos movemos a dónde podemos”, señalan
desde el Centro. El taller de alfabetización de
personas adultas se enmarca dentro del Programa de
Barriadas, que se inició en el año 1988.
Tres grupos de alumnos
Inmaculada Cantos, una de las dos monitoras encargadas de
dirigir las clases, señala que, para agilizar la enseñanza,
los contenidos se distribuyen teniendo en cuenta tres grupos
de alumnos.
Por un lado, individuos analfabetos -sin conocimientos sobre
escritura o lectura-; personas que no saben leer en
castellano, aunque tienen nociones de otro idioma (e
incluso, pueden poseer estudios completos), y, por último,
alumnos que no saben castellano en ninguna de las dos
vertientes.
Inmaculada Cantos asegura que las clases dedican bastante
tiempo a los ejercicios prácticos, sobre todo a la
conversación. “En la enseñanza práctica, damos mucha
importancia al diálogo”, explica la monitora del taller, que
añade que “de esta manera, se dinamiza el sistema de
trabajo”.
Cantos señala que el hecho de que los alumnos sean personas
adultas requiere prestar atención a temas más concretos para
“que así pueden defenderse” en la vida cotidiana. De esta
manera, las actividades van desde rellenar documentación de
las administraciones, hasta elaborar certificados pasando
por la gestión de papeles bancarios.
Las actividades que se desarrollan a lo largo de las clases
van siempre acompañadas de ejercicios de campo. Así, los
monitores acompañan a los alumnos hasta Correos donde, por
ejemplo, ponen un telegrama o envían una carta certificada.
Cupo abierto
Inmaculada Cantos señala que “normalmente” los cupos de
admisión del alumnado permanecen abiertos para, a partir del
momento en que se completa la cifra de asistentes, poder
configurar horarios y grupos de enseñanza. Para asistir a
las clases es necesario ser mayor de 18 años.
La monitora espera una inscripción en el taller de
alfabetización para personas adultas cercana a la de años
anteriores. Cantos elabora el material para que se utiliza
en las clases, adaptándolo a las necesidades de cada cual.
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