Tal vez los jugadores del Algeciras CF desconozcan los
presupuestos de la Ley de Murphy e, incluso, cabe la
posibilidad de que jamás hayan oído mencionarla. De lo que
no cabe duda es que la plantilla gaditana ha sufrido con
total seguridad sus efectos. “Si algo puede salir mal,
saldrá mal. Si algo no puede salir mal, saldrá mal. Sonríe.
Mañana puede ser peor”, reza la archifamosa normativa.
Y es que Francisco Ríos Claro, empresario caballa y
presidente del Atlético de Ceuta, dio el jueves marcha atrás
en su intención de apoyar económicamente al cuadro
algecireño, en evidente déficit y cuyos jugadores acumulan
dos mensualidades sin cobrar el salario, cuando el acuerdo
ya estaba sobre la mesa, listo para ser rubricado, según ha
publicado Europa Sur. Para más inri, esta decisión ha
provocado que la junta directiva se reuniera y presentara su
dimisión en bloque de forma irrevocable, acrecentado aún más
la crisis del club.
Ríos Claro dio a conocer la retirada de su ofrecimiento a
través de intermediarios al presidente en funciones del
Algeciras CF, Juan Perales, quien no daba crédito a la
noticia. Un acción que ha dado al traste con todos sus
planes para salir del pozo financiero que azota a la
entidad.
El inmobiliario estaba decidido a ‘tomar las riendas’ del
club y sólo tenía que estampar su firma en el documento
definitivo. Sin embargo, el abogado del empresario,
Francisco Rodríguez, telefoneó a última hora a Juan Pérez
Peña, asesor de los algeciristas en la redacción del
acuerdo, y le informó de la retirada de su cliente.
El motivo de la ‘espantá’ se desconoce, aunque fuentes de
Europa Sur señalan que Ríos Claro estableció contacto con
una influyente persona de la ciudad antes de dar marcha
atrás. Pérez Peña, el primero que tuvo noticia, insinúa que
sí que le dieron una explicación, pero apela a la
confidencialidad para justificar su decisión de no hacerla
pública.
La junta directiva se limitó a remitir una nota en la que
anunciaba “la dimisión irrevocable de todos los miembros,
tras haberse roto las negociaciones que se mantenían con el
señor Ríos Claro”. El primer objetivo de la directiva pasaba
por que dimitiera su presidente, José Luis Navarro, gesto
que tuvo el 22 de septiembre, y que después le siguiera toda
la cúpula. De este modo, se habría facilitado que los socios
que lo desearan entraran en el club paulatinamente, evitando
el teórico vacío de poder que se produce durante un proceso
electoral.
En ese momento, los directivos establecieron conversaciones
con Ríos Claro. Nada parecía enturviar el proceso, aunque se
especula con la participación de Cabo Internacional, que ha
ido aumentando su cuota de poder tras realizar en agosto un
desembolso en favor del Algeciras FC para evitar el descenso
por impago. La empresa mantuvo la liquidez del club y éste
le pidió que se marchara. Sin embargo, Cabo Internacional no
ha accedido a esta solicitud porque cree que aún puede
desarrollar su negocio y recuperar el dinero que ha
invertido.
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Los socios convocan una asamblea para afrontar la crisis
Un grupo de seis socios del
Algeciras FC convocó en la tarde de ayer una asamblea con el
objetivo de encontrar soluciones de urgencia a la delicada
situación del club albirrojo y de acordar el comienzo de un
proceso electoral a la junta directiva. Por la mañana, los
directivos dimisionarios citaron en el Nuevo Mirador a todos
los socios que estuvieran interesados en formar parte de una
junta provisional y allí se presentaron ex-presidentes como
Bernardo Martín, José María Núñez y Juan Gandiaga. Los
asistentes a La Menacha debatieron la situación de la
entidad y eligieron a Miguel Carrasco, Nacho Castro, Carlos
Pérez, Jesús Sáez, Salvador Triano y Antonio Fariza para
organizar la asamblea.
El acto se celebró a las 20:00 horas en primera convocatoria
y a las 20:30 horas en segunda en el Centro de Formación
Portuaria. A él asistió la directiva saliente -ubicada en
las butacas, no ya desde la mesa presidencial- y
representantes de Cabo Internacional, que intentaron aportar
soluciones a la crisis.
“No podemos perder el ánimo, pero es una cuestión de todos:
los aficionados, los medios y los políticos. Tenemos que
estar todos unidos para sacar adelante este problema, que
quizás se debería haber solucionado antes”, dice Bernardo
Martín.
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