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OPINIÓN - MIÉRCOLES 5 DE OCTUBRE DE 2005

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Lo peor que tiene el irse de vacaciones, es que se tiene uno que volver y, además, con menos dinero en los bolsillos que el que se está duchando. ¡Dita sea el queso de bola!.

Un siglo de estos, cuando me toque la primitiva y, con ella, pague la mitad de lo que debo, me voy a dar la vuelta al mundo. La otra mitad tendrá que espera a que, de nuevo, me vuelva la suerte, y entonces me voy a crear una empresa de no hacer nada nombrandome, por unanimidad, director de la misma.

El personal que deberá hacer que la empresa marche por buen camino y dé sus correspondientes dividendos, ya lo tengo elegido. Con unos sueldos de aquí te quiero ver. Ríase usted, amigo guardia, de lo que ganan, por un suponer, los consejeros.

Advierto, para que no haya la menor duda, que lo que voy a crear es una empresa, nada de un nuevo partido político.

Por cierto, antes de que se me olvide, que tengo una jartá de mala memoria, se está creando un nuevo partido político. Que como se dice en el argot taurino, Dios reparta suerte.

Ya sé que algunos han pensado, que como no hay nada que hacer, porque es una empresa de no hacer nada y cobrar buenos sueldos, es que voy a crear un partido político y gobernar.

Por supuesto que otros habrán pensado, bien pensado por cierto que, cosa lógica, me ponga por “decreto datilar” al frente del asunto, que para eso no tengo la menor idea de lo que es ser político o de qué es la política.
En eso de que no sé qué es ser político o qué es la política llevan toda la razón del mundo.

Pero, lo que no me pueden negar es que, a igual que muchos de los politiquillos del tres la cuarto, entiendo que ser político es ganar una pasta gansa por no hacer nada y, ademas, tener la facultad de colocar, en buenos lugares para que coman de la sopa boba, a los hermanos, cuñados, cuñadas, primos, primas, sobrinos, sobrinas y demás parientes.

Ese, al menos, es el convencimiento que tienen todos aquellos que han llegado a la política por el celebre “empujoncito” dado por los que mandan en los partidos que, más o menos, en la mayoría de los casos, están a la altura de aquellos a los que dan el “empujoncito” en cuanto a conocimientos de política.

Con la ventaja, sobre ellos, de que los que reciben el celebre “empujoncito”, deberán acatar cuantas ordenes les den y decir a todo “si bwana”, si quieren mantener el puestecito y seguir ganando una pasta gansa, aunque en el desempeño de sus funciones sean más inútiles que el de una muñeca.

En definitiva, y para no cansar más al personal, que ya está uno de vuelta y presto a contarles a ustedes todo aquello que se pueda contar.

Uno es una jartá de bueno y no vaya a ser que, por mal del demonio, se me cabree el personal y me tengan en el dique seco, sin escribir, par de meses por un suponer.

Comprendo que la culpa sería del menda, por ser una jartá de bueno , en el asunto de escribir en los papeles.

Y hoy día, tal y como está la situación, ser bueno en los trabajos a realizar, dado el gran número de mediocres existentes, es un peligro que los mediocres, por los caminos que sean tratan de eliminarlos.

Oiga, amigo guardia, por mi santa, ser bueno en una profesión es estar expuesto a ser eliminado, para evitar crearle problemas a los inútiles de turno que, en estos momentos, tienen la sartén cogida por el mango. ¡Vivir para ver!.

Y si esto es en las profesiones consideradas liberales, ni te cuento lo que debe ser en cuanto a la política y a esos que “pomposamente” se hacen llamar políticos, cuando no son más que unos politiquillos del tres al cuarto, con menos conocimientos sobre política, que un niño recién nacido en cuestión de sexo.

Las luchas, por tratar de eliminar a los mejores políticos que tienen los partidos, debe ser una lucha enorme, sobre todo, por parte de aquellos inútiles de turno ante el temor de perder el puestecito que ocupan sin que nadie sepa los méritos que tienen para estar donde están.

La suerte que tenemos todos aquellos que vamos de libres por la vida, sin pertenecer a ningún partido político, es que no tenemos que luchar por defender ningún puestecito ni su pasta gansa y, mucho menos, tener que decirle al inútil de turno, a cada momento, ”si bwana”.

No se pueden imaginar, la satisfacción que siente uno, cuando no tiene que rendir pleitesía a alguno de esos personajes que no les llegan, a ustedes, ni a la suela de los zapatos.

Oiga, amigo guardia, cada día siento mayor satisfacción al comprobar que no pertenezco a nada ni a nadie y, mucha más, que no tengo que agradecerle nada a nadie.

Esa independencia, me permite reírme y pasar buenos ratos con algunas de las actuaciones de todos esos mediocres que dicen ser y se hacen llamar políticos.

Un consejo, si usted por un casual pertenece a algún partido político, no muestre grandes habilidades.
 

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